martes, 12 de marzo de 2013

MELISSA ANNE BETTS DE GONZÁLEZ: ENTRE LA MATERNIDAD Y LA MÚSICA



Nota:  Cuando se llevó a cabo esta conversación nuestra entrevistada tenía  dos varoncitos, Matías y Luca. Para la publicación de la misma ella tiene además una preciosa niña que se llama Amelia Belém.

! FELICIDADES !


Melissa Anne Betts de González, tiene 30 años, es americana, hija de padres americanos, es la menor de tres hermanas, la esposa de Alfredo González y la mamá de tres niños, Matías, Luca y Amelia Belém;  además es cantante de ópera, cristiana y dirige el grupo de alabanza en su iglesia.

Melissa con su segundo bebé Luca

¿Cuál de tus múltiples actividad es la más importante en esté momento de tu vida?
En esté momento puedo decir que ante todo ser hija de Dios y estar en íntima comunión con él es mi prioridad, ya que para mí es una fuente de vida. Empiezo mi día con Dios, bueno intento pues no es garantía, porque con un esposo y dos (tres) hijos es difícil, pero la verdad es mi prioridad establecer un tiempo con Dios en mis mañanas, tomar tiempo de meditar en su palabra, de orar y de alabar y adorar al Señor porque de ahí tomo fuerzas para mi día y si no lo hago, la verdad me siento perdida muchas veces o más bien siento que yo tengo que controlar todo lo demás de mi vida; digo de mis hijos y de mi esposo, ya que como mujeres muchas veces tenemos la tendencia a querer controlar. Creo que es una parte de nosotras porque tenemos muchas responsabilidades, por ejemplo, todas las actividades que tengo, todas las personas que soy, entre todas ellas es mi responsabilidad muchas veces dirigir la administración de mi casa, y si no empiezo con un tiempo de descanso y un tiempo de meditación la verdad me pongo muy… ¿Descontrolada?. No, más bien controladora, y eso no me gusta de mí, es un defecto de carácter. Por eso digo que mi prioridad es empezar mi día con Dios para poder seguir sin gritar a mis hijos. 


Matías, el primero.
Matías que es el mayor, tiene casi dos años y es muy activo, hiperactivo y la verdad yo me pongo loca con él y pierdo la perspectiva de que es mi responsabilidad guiarlo, y ¿se puede decir pastorearlo? como una oveja. Digo, no quiero controlarlo así como ganarle, no, más bien quiero que él escoja y descubra el mundo pero quiero que descubra con libertad, y si yo no me preparo bien pues entonces más que guiarlo, lo controlo.

¿Cómo es un día de tu vida?
Bueno, pues en este momento es un poco diferente de lo normal porque tengo un bebé recién nacido. Me levanto normalmente como a las siete de la mañana para dar pecho a mi bebé Luca y esto me lleva como treinta minutos. A esa hora me siento muy desvelada porque ya le he dado de comer tres o cuatro veces durante la noche, pero disfruto de ese tiempo para empezar a orar mientras le doy pecho; entonces oro y preparo mi mente para lo que va a venir. Muchas veces, de pronto mi esposo me deja volver a dormirme si el bebé se vuelve a dormir también, y cuando despierta Matías él le da de desayunar, pero cuando tiene que trabajar, que es cada día, yo le doy a Matías mientras pongo al bebé enseguida en su portabebé. 


¡Ya no hay leche!
 Le doy diferentes opciones, pero intento como mamá darle algo nutritivo. Procuro cada vez que le doy de comer darle algo de carbohidratos, algo de proteína, algo de fruta o si es otra comida, de verdura, así me enseñó mi mamá. Y como mamá pienso mucho cómo voy a alimentar a mis hijos, o sea, yo sé que estoy hablando mucho de cómo voy a alimentar a mis bebés pero la verdad es una cosa que tomo muy en serio porque no quiero bebés desnutridos, ni gordos, ni flacos. Quiero que ellos también entiendan cómo alimentarse, que después en la vida puedan tomar buenas decisiones de qué comer y cómo alimentarse. Bueno, luego me pongo a lavar los trastes ó a recoger las cosas, depende de si alguno está llorando porque todavía no tengo horario con Lucas. ¿Qué más? bueno en los tiempos de descanso, entre comidas intento limpiar algo, ó jugar o leer unos libros a Matías, tomar tiempo con él y también dormir a Lucas ó si está llorando calmarlo. Voy al supermercado ó planeo unas cosas, pago los recibos, abonos ó los gastos. Qué más? toco el piano, lavo la ropas,  hago todas las cosas de administración de la casa. 



También intento cada día tomar de treinta minutos a una hora para estar con Matías, a lo mejor no seguida ó no toda la hora puedo estar con él pero intento tomar tiempo, así sean quince o veinte para poder jugar con él, para leer o ver un video, o Plaza Sésamo, o estar involucrada con él para que sienta que soy parte de su vida. 
Yo quiero ser parte de su educación, no quiero nada más ponerlo delante de la televisión y no saber lo que ve, porque después me va a preguntar cosas y yo no voy a tener respuesta porque no voy a entender lo que me está preguntando; pero tengo que confesar que sí, muchas veces lo dejo enfrente de la tele (Risas) para poder bañarme porque es muy importante para la mamá bañarse. (Risas) Y luego necesito también tiempo para maquillarme, para arreglarme, no me arreglo mucho la verdad, tomo máximo treinta minutos para prepararme y normalmente esos treinta minutos son diez minutos para bañarme bien rápido y luego salgo y me pongo unos chinitos en mi pelo así rápido y ya después de unas hora me maquillo cuando están tomando su siesta. Y en la tarde a lo mejor salgo de la casa para hacer cosas que tengo que hacer en la calle, como vender drogas y tener novio (Risas) No, no, no. (Risas) no, pero si necesito comprar mandado ó lo que sea, ó de vez en cuando salgo con amigas que tienen hijos y me doy tiempo para pensar y platicar.

¿Y cómo ha sido tu vida de cantante?  
¿Qué le digo? Yo de niña empecé a cantar desde muy chiquita, como a los 2 años estaba en la casa, cante y cante que nunca paraba y mis hermanas me decían que no debería de cantar tanto, pero yo seguía, no me podían convencer de que no cantara.

¿Y qué cantabas?
 De todo, cantos de la iglesia, muchos cantos de niños. Cuando entré a la escuela había un programa muy bueno en mi escuela, era una escuela privada cristiana y había un programa profesional muy padre, muy desarrollado para niños, hasta hacíamos teatro y obras musicales cuando estaba en el primer grado. Yo actué y tuve roles en las obras desde muy chiquita y estaba en muchos coros, mis papás me involucraron en cada coro que había en la comunidad, hasta en el Estado, o sea, canté en muchos coros de honor, se llamaban Coros de honor.  Luego en la preparatoria empecé a tomar clases privadas de canto y entré en unas competencias y gané premios y fue mi pasión y empecé a escribir canciones. En la graduación de la preparatoria mi papá me regaló una guitarra y para entonces ya había decidido hacer mi carrera en canto en Nashville. Yo estaba en Chicago en la preparatoria pero me cambié a Nashville, Tenneessee, para sacar mi carrera en canto en Delmont University.

La verdad yo quería hacer mi carrera en canto comercial, que es pop, jazz,  polk, se llama polk acústico y otros tipos de música, no quería hacer mi carrera en música clásica pero hubo un error en mi audición y ellos pensaron que yo estaba audicionando para una carrera de música clásica pero que había cantado música pop, así entré a una carrera que no era lo que pensé que era y entre todo me hicieron audicionar otra vez para hacer la carrera que quería pero después de dos años de clases.

 Yo le había dicho a mi papá como escrito en sangre que iba a graduarme en cuatro años, porque tengo dos hermanas mayores y ellas se habían graduado en siete años una y como en ocho otra y él pagaba mucho dinero por ellas y entonces por eso le dije: “Papá, te aseguro que voy a graduarme en cuatro años”, y como ya había hecho dos cambios de clase para la carrera de música clásica no podía regresarme, entonces, bueno me dije “es mi talento, la verdad tengo mucho más talento en música clásica que en la otra”, entonces seguí en música clásica.

Durante mi tercer año en la universidad fui a Alemania a estudiar un año y vi otra perspectiva de la música clásica representada en obras muy modernas. En Alemania vi que las obras de ópera no eran aburridas y la gente allá respetaba mucho más a los cantantes que aquí en Estados Unidos. Aquí no se veía como un arte muy respetable, sencillamente no me gustó aquí eso. No me gustaban las obras que vi aquí,  eran muy aburridas y la gente siempre se estaba durmiendo pero en Alemania se me hicieron muy padres y como eran tan diferentes y tan interesantes para mí, pues volví a Nashville con otra perspectiva y con ganas de cantar música clásica, por eso saqué mi maestría en ópera.

Fui a Boston, al Boston Conservatory e hice mi carrera en Opera Performance, en español no sé como se dice, pero fueron dos años de cantar en obras muy interesantes. Hice un papel de Juana Inés de la Cruz y aprendí mucho. Después de graduarme de mi maestría, no canté música de ópera ni música clásica, hice un concierto en Chicago y después de eso no he hecho presentaciones. Nada más he cantado, he dado clases de música y la verdad volví a trabajar para pagar las deudas de la universidad.

Matías y Luca a punto de ser hervidos

Ahora estás criando dos niños ¿Qué pasa con la música en tu vida actual?
Pues la verdad, mi excusa primero fue que tenía que pagar las deudas y luego me casé y mi esposo también tiene un sueño de tener una disquera musical, bueno una compañía de producción de música. Cuando nos casamos nos cambiamos a Los Ángeles y él empezaba su compañía pero no tuvimos para pagar los gastos porque era un negocio que estaba empezando; entonces yo fui a trabajar en otra cosa totalmente diferente para poder ayudar a sostener la casa y fue mi decisión como esposa dejar mi música de lado para que el sueño de mi esposo pudiera ser realizado, porque lo amo mucho y creo en sus sueños tanto como para decir que no voy a volver a la música si él puede lograr su sueño. Esa fue mi manera de pensar y a lo mejor tengo una falta de balance allí, porque la verdad soy muy extremista, y sé que si voy a hacer algo es con todo lo que soy o no lo hago.

Cuando nos casamos yo era asistente administrativa de dos agentes de bienes raíces en Beverly Hills y aprendí mucho allí, entonces cuando me embaracé, empecé a trabajar con Alfredo para ayudarle en la administración de su negocio porque necesitaba mucha ayuda. Con todo esto la verdad nunca volví a audicionar porque ser parte de una obra  requiere mucho tiempo y mucho tiempo de práctica, aparte de los ensayos y lo demás. Por eso siento que ahora no es tiempo para seguir tras de mi sueño pero sí tengo intenciones de regresar para tener una carrera de ópera, no sé cuando, pero creo que voy a saber cuando sea tiempo y lo bueno es que la voz no se pierde, puedo regresar a practicar y volver a cantar, la voz es como el vino, se mejora con el tiempo.

Y cuando llegué ese momento  ¿qué es lo que te gustaría hacer en la música?
Mi sueño es ser parte de algo que pueda impactar en la vida de otros. Yo creo que la música tiene muchísimo poder cuando tú la escuchas y se te erizan los vellos en los brazos y te hace sentir increíble, porque los humanos tenemos emociones. Yo sencillamente he estado impactada por la música hasta el punto que lloro cuando la escucho.  Si escucho una orquesta me hace meditar en mi vida y me lleva a otro lugar donde me puedo sentir mejor. No es que no me sienta bien sino que puedo imaginar que tengo una vida casi perfecta. Muchas veces la música nos lleva a otra dimensión, a lo mejor hasta algunos dicen que es una dimensión espiritual como cuando Dios sopló con el aliento de vida a la creación. 

Nosotros fuimos hechos como sonido, o sea parte del sonido que salió de la boca de Dios y por eso cuando escuchamos la música no hay manera de no sentirnos impactados. A mí no me gusta la música metal, rockero, no me gusta porque me hace sentir loca, descontrolada, me siento muy rara, no me gusta,  se siente más paz cuando escuchas música clásica, entonces por eso digo que la música nos hace reaccionar y quiero como cantante ser parte de algo que puede cambiar la vida de otra persona, lograr por un momento que una persona se sienta mejor o pueda escapar de un lugar o de un mal momento en su vida.

 ¿Cómo crees que influya la música en tus hijos?
Pues yo creo que muchas veces la música es parte de los genes, que une talentos. O sea, sí se puede enseñar a alguien a tocar y puede tocar muy bien, pero cuando ves personas que tienen familiares, o sea, el papá toca y el hijo muchas veces sale mejor que el papá, y no es nomás de ver a su papá, es también porque lleva adentro algo especial ¿no?.  Yo vi con mi primer bebé, Matías, que eso no era de poder enseñarse, yo veo que Matías tiene la música adentro, como parte de él, en su ser, porque él veía y escuchaba la música o cualquier sonido y se despertaba, es muy sensitivo a los sonidos y luego cuando él podía coordinar más su cuerpito a los tres meses vi que se estaba moviendo con la música, hasta le hicimos pruebas, inventos, para ver si era cierto y se movía con la música, cuando la escuchaba empezaba a moverse con ritmo y ahora con dos años más tiene muchos instrumentos a su alrededor, entonces ha crecido mucho, más si tiene una mamá que le da al día entre 20 minutuos y una hora atención musical, aunque es muy pequeño sí agarra muy bien la onda, entonces yo intento enseñarle libros de instrumentos diferentes, tengo el piano y me siento con él y le enseño unas cosas, aunque no me haga mucho caso.  La batería y la guitarra sí le llaman mucho la atención. 




El tremendo Mati tocando la bateria. Vea este video

Yo creo que mis hijos sí van a aprender a tocar uno o varios instrumentos musicales, aquí no hay opción porque es parte de la educación de ellos que yo voy a tomar muy en serio. Quizá en las escuelas ya están quitando los programas de música, pero en nuestra casa siempre va a haber programa de educación, ya que un programa de música es súper importante para nosotros porque es bastante bueno para el desarrollo del cerebro y ayuda mucho a los niños a ser creativos y en la escuela para poder concentrarse mejor y para hablar otro idioma también. 

He escuchado que los niños bilingües muchas veces se pueden concentrar mejor en la escuela, se desarrolla más pronto su inteligencia, y pues aquí en la casa ya hablamos cuatro idiomas,  de inglés, de español, de música y de amor.

!Qué lindo!  ¿Tú tienes algún músico favorito? ¿Algún tipo de música? ¿Alguna pieza en especial?
Pues esa es la pregunta que todo músico no quisiera tener que responder, porque es lo más difícil. ¿Cómo le digo? A ver… tengo tanta música que me encanta… me gusta… a ver, me gusta mucho la música de Sting, Sting el cantante que compone y también es bajista, él es súper talentoso para combinar poesía con música y su música refleja la poesía que hace. Cuando ves una obra o una canción y tiene ésta combinación que la música refleja, por ejemplo, si algo se puede decir que se pinta, esa es la música, o sea, algo de la letra de la canción que dice que salió el sol en la mañana y la música va para arriba como que sale el sol, o sea, pinta la imagen si la música va seis tonos para arriba; o si se siente triste que hace la canción en un tono menor, se dice “minor tone” porque los tonos menores nos hacen sentir tristes muchas veces, o sentimentales, o emocionales, no sé.  Me gusta mucho la música clásica de Brahms, es muy obscura, no como la de Wagner, pero si es muy sentimental y más obscura.

¿Cómo es una música obscura?
Pues como en tonos menores, depende de los instrumentos. Hay diferentes instrumentos, por ejemplo el chelo muchas veces evoca una sentida emoción, yo me siento muy conectada con ese instrumento.

¿Cuál sería el tono de la alegría?
Normalmente son en escalas mayores.

¿Y qué instrumento lo tocaría?
A lo mejor una flauta.

¿Y cuál sería por ejemplo el tono del amor?
Tono de amor… a lo mejor el violín, no sé.

¿Y el tono de la amistad?
Amistad… ¡Híjole! a ver… qué buenas preguntas, no sé como responder a esa; amistad, usando todos los instrumentos, a lo mejor un instrumento percutivo ¿Cómo se llama? ¿Xylophone?  tiene las teclas de metal y suena muy brillante pero muy bonito, como si te estás despertando en la mañana.

¿El tono de la pasión?
Pues el chelo. Y la guitarra flamenca

¿Y… el tono de la ira?
Tengo que pensar eso, ¿cuál instrumento odio yo? no sé si podría decir que odio un instrumento, a lo mejor la guitarra eléctrica, de sonido como de metal, música de metal.

¿No sería como un gong?
A lo mejor sí, puede ser, iba a decir los timbales, pero no los grandes, los platillos, no sé. O la tambora. No, eso es más bien de miedo.

Melissa ya para concluir esta entrevista  ¿qué sueño vislumbras para tus hijos?
Sueño que mis hijos primeramente conozcan a Dios. Es muy importante para mí que aun si deciden no seguirlo, por lo menos yo hice mi trabajo como mamá, mi responsabilidad de presentarles a Dios, ese es mi primer sueño, que lo conozcan, que lo amen y que lo sigan.
Segundo, si ellos quieren una carrera de música, genial. Me gustaría, me encantaría verlos tocar porque eso sería lo máximo para mí. Pero si ellos tienen más talento en otra cosa mi sueño para ellos es que se realicen, que puedan encontrar lo que los haga felices dentro de lo moral, lo que ellos quieran hacer para mejorar el mundo o para trabajar; si quieren familia o lo que sea, eso sería mi sueño, ver en corto que ellos realicen su sueño.

Melissa con Luca
Melissa, fue muy interesante conversar contigo, muchas gracias por tu tiempo, y deseo que todos tus sueños se cumplan.

Gracias.