Es un gran honor y un privilegio presentarles en este espacio una larga conversación entre Evangelina Martínez Ortega la gran actriz Chihuahuense de fama internacional llevada a cabo en Noviembre de 2011 en Ciudad Juárez. Ojala la disfruten
tanto como yo.
TERCERA LLAMADA ... EMPEZAMOS
Si la persistencia tuviera otro nombre se llamaría Evangelina Martínez.
I- EVANGELINA Y SU VOCACIÓN DE ACTRIZ
"De niña, iba al cine Alcázar de Camargo a ver las películas de
Libertad Lamarque con Los Panchos, yo lloraba por los dramas que veía, pero lloraba tanto, tanto, hasta que me di cuenta que lloraba porque quería estar en la pantalla y no
sentada en una butaca como público. Ahí fue
cuando descubrí que quería ser actriz".
¿Y qué edad tenías
entonces?
Pues doce, trece años, que es la edad en que empieza
uno a descubrirse. Yo estudié en
una escuela católica y creo que tenía mucha influencia de ella en mi educación pues yo
quería ser monja, pero fíjate qué contradictorio
porque me veía al espejo y yo me veía muy hermosa, con
unas facciones perfectas y fijate que vanidosa, yo decía, ésta belleza
no puede ser más que para un ser sobrenatural, que es Dios, entonces yo tengo que consagrarme a Él. No me digas que no es contradictorio,
decía yo, esta belleza no puede ser para un mortal, o sea cualquier chavo,
cualquier novio me parecía poca cosa que no me llegaba, yo tenia que
ser para un ser divino.
¿Tu mamá era bonita?
Mi madre no, el guapo era mi padre. Mi padre ¡uf! lo seguían las
chavas y doña Eva pues tenía muchos problemas porque don Gonzalo empezó a
enamorar a doña Eva y ella se hacia del rogar y decía don Gonzalo: Mira nada
más, la más fea, la más trompuda (risas) es la que se me está haciendo del
rogar; pero yo creo que era una forma, un sistema, no sé si de las chavas pero
el caso es que a doña Eva le funcionó y don Gonzalo terminó enamorándose
locamente de ella y casándose.
¿Y cuántos hermanos
tuviste?
Fuimos diez hermanos, tres hombres y siete mujeres, fíjate, yo
recuerdo a mi madre embarazada cada dos años, cada dos años un chamaco. ¡Ay,
ay, ay!
¿Y tu papá en que
trabajaba?
Mi padre era obrero de la fábrica de la compañía Industrial Textil de Río Florido en Camargo y tenía un negocio de
cantina para poder ayudarse porque en la fábrica ganaba $150 pesos, no, $75
pesos a la semana, ¿te imaginas para una familia de diez hijos?, doña Eva hacia
milagros.
Pero no era tan poquito
$75 pesos.
No, no era tan poquito para ese tiempo, oye pero para diez
hijos, comida, vestido, escuela, medicinas, pues todo y luego los inviernos tan
duros, los calores pues que te digo a ti del clima extremoso aquí. ¡Ay, mi
tierra hermosa! El caso es que
doña Eva pues de alguna manera sí hacía milagros con el sueldo de mi padre.
En realidad ellos traían
el dinero, pero distribuirlo, hacerlo rendir, era responsabilidad de las mujeres, verdad?
Exacto, no había licuadora, ellas hacían las papillas para el más
pequeñito pues lo hacían machacándolo ¿no? No había las comodidades con las que
contamos ahora. Yo me acuerdo que mi madre tenía que lavar los colchones, sacar
todo el algodón, lavarlos y volver a llenarlos porque los pequeñitos nos
hacíamos pipi en la cama, ¡fíjate! Qué trabajos ¿verdad?
Trabajos muy arduos y las mujeres tan dedicadas ¿verdad?
Tan dedicadas, abnegadas es la palabra. A mí no me gusta nada la
palabra pero así era, y por eso cuando ya estábamos grandes nosotros mi padre
decidió que nos fueramos a Chihuahua en busca de nuevos horizontes. Yo
trabajaba, empecé a trabajar en el Banco Comercial Mexicano en Camargo. Primero
estudié taquigrafía y mecanografía en quinto y sexto año de primaria, o sea
cuando salí de la primaria ya salí preparada y entré a trabajar al banco.
Eso habla de mucha
persistencia y mucha inteligencia.
Pues yo escuché a mi padre decir, para las mujeres una carrera corta al
fin que se casan ¡fíjate nada más! Decía yo ¿cómo que carrera corta? si yo lo
único que quería era estudiar.
¿Tú qué número de hija
eres dentro de tu familia?
La cuarta. Los dos mayores son Mario Iván Martínez que es el padre del
actor que debes conocer Mario Iván Martínez. Él es mi sobrino, es hijo de
Margarita Isabel y de Mario Iván Martínez Ortega, mi querido hermano que fue
locutor, comunicador.
Oye, pero la tuya es una
familia de artistas por todos lados ¿verdad?
Pues Mario Iván empezó abriendo brecha, luego sigue Gonzalo que es
director de cine, estuvo en Rusia estudiando siete años. Mario Iván al llegar a
México estudió un año de actuación, fuimos los dos primero a inscribirnos y
salía tan cara la escuela en aquellos tiempos que no podíamos pagar.
¿Y a donde fueron a
estudiar?
Fuimos a inscribirnos a la escuela de Andrés Soler que era la de la
A.N.D.A. (bueno me estoy brincando un poco), cuando nos fuimos a México y
me dijo, bueno $150 pesos mensuales más $150 pesos de inscripción, las fotos de
estudio, en fin una serie de gastos que yo como buena hermana, le dije a Mario
Iván: "Vamos a hacer una cosa, este año entras tú, yo te ayudo y
el año que entra entro yo”. Bueno pues así lo hicimos, él estudio allí un año,
allí fue donde conoció a Margarita Isabel, y entonces cuando yo quise entrar le
dijo a mi madre: "Jefa, que Evangelina no estudie actuación porque es una
profesión muy fea, hay mucho homosexualismo y mucha drogadicción". Dije yo
¡Santo Cristo! ¿Con qué se come eso? (Risas). Entonces él estudió un año cuando
se dio cuenta según esto del ambiente tan feo ¿verdad?, porque antes se
subestimaba mucho esta profesión; decían ¡hay si, artista! es que es una
prostituta ¿verdad?. ¿Trabaja? ¡No! es artista, vive del arte. Mira que no es
fácil vivir del arte. Y como en aquellos tiempos uno sí le hacia caso a los
padres y a los hermanos mayores, entonces yo, Evangelina Martínez, dije bueno
pues ni modo, si mi hermano dice eso, es por algo, y me puse a estudiar
canto y a trabajar en una oficina y a ayudar a mis padres con tanto hermano, entonces mi trabajo consistía en
ser secretaria porque sabía perfectamente la taquigrafía y la mecanografía.
¿Y dices que estudiaste taquigrafía y mecanografía paralela a tu primaria?
SÍ. En una academia y al mismo tiempo saliendo de la escuela primaria en
quinto año yo me iba a la academia. Muy buena academia.
¿Trabajaste como
secretaria ?
Si, empecé yo a trabajar a los catorce años en el Banco Comercial
Mexicano en Camargo.
Yo era una niña así de calcetas y cola de caballo a los catorce años y cuando el gerente me vio llegar y me dijo: “pero si esto no es una guardería, qué les pasa, esto es una niña” pero luego dijo, a ver que le den una libreta. Tomé el dictado en la libreta y lo transcribí y el gerente se quedo impresionado, dijo, “pues mañana mismo empieza esta niña”. Y yo fascinada de ganar mi sueldo.
Yo era una niña así de calcetas y cola de caballo a los catorce años y cuando el gerente me vio llegar y me dijo: “pero si esto no es una guardería, qué les pasa, esto es una niña” pero luego dijo, a ver que le den una libreta. Tomé el dictado en la libreta y lo transcribí y el gerente se quedo impresionado, dijo, “pues mañana mismo empieza esta niña”. Y yo fascinada de ganar mi sueldo.
II-
EVANGELINA ABRIENDO BRECHA
Y entonces ¿en qué
momento nace la artista?
De Camargo nos fuimos a vivir a Chihuahua, y en Chihuahua yo trabajaba
en el mismo Banco Comercial Mexicano y allí me enteré yo que en las iglesias
hacían funciones de teatro a beneficio de la misma iglesia y entonces me
acerqué con el deseo de participar pues yo misma quería saber hasta qué punto
tenia yo dotes artísticas.
¿No te daba pena actuar en público?
Era un goce total, absoluto, no, no me daba pena; inclusive en Camargo
una vez llegaron unos de los cigarros Raleigh organizando un concurso de
cantantes y fui y me inscribí y canté la canción Volver. “Volver con la frente marchita”, ay y tanto los hermanos
como la mamá se reían de mí: !Ay! Evangelina va a ir a cantar a la plaza.
¿Y fueron a acompañarte,
a aplaudirte?
Pues no sé si a aplaudirme o a reírse de mí pero si les pareció mucha
audacia de mi parte, pues yo era una niña y por supuesto que si fue una gran audacia
pero yo la quise vivir y entonces ya en Chihuahua, te digo, actuaba en funciones
a beneficio, pero yo sentía que debía irme a otra parte a poder estudiar y a
realizarme. Entonces poco a poco empezamos a emigrar la familia hacia la Ciudad
de México.
¿En qué año llegaste a la
Ciudad de México?
En 1956, estamos hablando de hace 55 años, yo tenia 19 años. Y quiero
decirte que cuándo entré a la Ciudad de México por la avenida de los
Insurgentes que atraviesa toda la ciudad, de la central de autobuses iba yo en
un taxi y cuando volteé hacia la izquierda y fue para mi un impacto ver el Monumento a la Revolución que
aparecía en las películas de Pedro Infante, las películas de Rodríguez
Hermanos; fue para mí algo único. Es donde viene lo que te contaba, que
a la hora de irnos a inscribir mi hermano Mario Iván y yo llegamos a la
conclusión de que por la cuestión económica no podíamos pagar dos
inscripciones. Primero se inscribió él y al siguiente año me jugó rudo, le dijo
a mi madre que yo no debería estudiar actuación porque era un ambiente muy
feo, un ambiente que había mucho homosexualismo y drogadicción y yo dije ¡ay,
caray! ¿Con qué se come eso? y entonces yo les hice caso y lo dejé por
la paz por lo pronto. Pasaron seis años y llegó un momento en que dije “bueno,
no voy a seguir haciendo lo que los demás quieran, Evangelina Martínez ya es
tiempo de que tú decidas que es lo que vas a hacer”.
¿Para entonces qué edad
tenias?
Pues tenía 27 años, porque a los 21 fue cuando fui a
inscribirme por primera vez, y a los 27 me confesé a mi misma que, pues que si, que yo quería
estudiar actuación y fui y me inscribí. Para esto doña Eva me decía
-porque mi hermano Gonzalo estaba estudiando en Rusia- dile a tu hermano,
platícale a ver qué opina, y yo pensaba para mí: Él sí me va a comprender, él sí
me va a entender. Con mi hermano Gonzalo tenía una comunión
maravillosa. Yo lo acompañaba a los conciertos de Bellas Artes porque a sus
novias no las dejaban ir solas con él, tenía que llevar un
chaperón, entonces si lo acompañaba la hermanita pues ya los papás de las novias
veían que no iba solo ya que en aquellos tiempos no las dejaban andar solas. Gracias a mis hermanos Gonzalo y Mario Iván yo aprendí a apreciar la
buena música, la música clásica, los grandes compositores, en fin, a afinar mi
gusto ¿verdad? porque desgraciadamente en provincia no hay mucha oportunidad de
escuchar música clásica. Entonces pasaron seis años, te digo, y finalmente a
los 27 años yo calladita sin decir nada me fui a inscribir a la academia de actuación y empezaron en
la casa a verse libros de análisis de texto, los libros de actuación, mis
mallas negras de la escuela de las clases de danza. Porque para esto mi madre decía: “No, señorita, a casarse”. Y yo le respondía: “Madre si somos siete
hermanas, siete mujeres, alguna de las siete se tiene que quedar soltera, esa
quiero ser yo”. ¡No señorita, se me casa. No quiero ninguna sin casar”. ¡
Evangelina veo lo importante que fuiste tú en tu familia, creo que
tú fuiste la inspiración para las otras mujeres de tu casa que venían después de ti, ¿es
así?
Pues por lo menos les abrí brecha, y fue difícil porque los papás
recién llegados de provincia y en los años sesenta, te has de imaginar, para
cuando mis hermanas decidieron ser actrices, Socorro Bonilla y Alma Delfina ya
tenían la brecha abierta. Y el hermano que estudiaba en Rusia cuando
regresó hizo su primera película El Principio aquí en Chihuahua, en 1972. En ese tiempo las cosas estaban difíciles en México por el problema que hubo en
Tlatelolco en el 68. Recuerdo que me dijo: “Evangelina tengo un papel para ti en la
película”. Te has de imaginar lo
que para mi significó. Me dio el personaje de una señorita solterona de
aquellos tiempos, una señorita de 35 años que no se había casado, es el inicio
de la Revolución y ella toma clases de inglés con un norteamericano ciego, es
el personaje de Petrita Cordero el que yo hacia, y en ese principio de la
revolución matan al norteamericano ciego, sale él a la calle y dice: ¡Qué está
pasando! y ¡zas! recibe el impacto y Petrita Cordero su alumna, que para esto él
ya le había pedido que se casara con él, ya tiene su vestido de novia se vuelve
loca y se viste de novia y a través del balcón asusta a todos los transeúntes,
ese es un personaje real en Camargo, Chihuahua. Petrita Cordero un personaje
muy hermoso de la época del principio del siglo pasado. Esa fue mi primera
película, mi primer largometraje, esa la hizo Gonzalo mi hermano regresando de
Rusia. Entonces, ya cuando Socorro mi hermana, que para entonces se casó con
Héctor Bonilla, también quiso trabajar como actriz, ya casada con Héctor y con
el apoyo de su hermana Evangelina y de alguna manera con el de su hermano
Gonzalo, ¡uy olvídate! pues para ella ya cuál era el problema. Gonzalo vivió siete años en Rusia, hablaba el ruso perfectamente, y como él era alto,
blanco, decían: “quien es ese ruso que habla tan bien el español”.
¿Se fue becado a Rusia?
Si, él simpatizaba mucho con ese país, me leía mucho los
clásicos rusos, Dostoievski, Tolstoi, Chejov, y estudiaba el idioma ruso por
simpatía al país y a su sistema, a él le apasionó el sistema socialista.
Entonces hizo una solicitud para ir a estudiar y que lo van aceptando.
Qué interesante ¿Y para
ese tiempo el mayor de tus hermanos qué hacia?
Mario Iván se dedicó totalmente a la comunicación, fue locutor de Radio Mil, primero, y luego de Radio Red y luego se fue a Canal 13. Él se especializó totalmente en la comunicación.
¿Después de ti sigue
Socorro y luego de ella ...?
Bueno eran dos mayores, Mario Iván y Gonzalo y luego otra hermana Luz
Obdulia que le decíamos la Güera, ella vivía aquí en Juárez y una de sus hijas
se fue a estudiar a Rusia también, dirección teatral; ella era la tercera. Yo
soy la cuarta, y luego el quinto es Leopoldo mi hermano que vive aquí en
Juárez, a quien vine a visitar hoy, hasta ahí somos cinco, y luego sigue
Guillermina y Rosa María; ellas trabajaron en la Secretaria de Hacienda, ellas
son jubiladas del gobierno; y luego sigue Dora, que actualmente está en Camargo
colaborando con el municipio de Camargo con el presidente municipal, o sea,
Dora regresó a nuestra tierra, nos hace sentirnos muy orgullosos que una hermana esté otra vez acá en la tierra
que no dejamos de visitar, Camargo.
Después de Dora sigue Socorro que se casó muy jovencita con Héctor, y
bueno a ella no le costó ningún trabajo incursionar como actriz, pues ahora si
que bella, talentosa y hermana de unos hermanos que de alguna manera le
abrieron brecha. Gonzalo le dio trabajo en la telenovela histórica El vuelo del águila, por que mi hermano
dirigió esta y La antorcha encendida. Hizo
varias telenovelas antes: El padre Gallo,
Tal como somos, aunque él era más bien director de cine, también hizo las películas: El principio, totalmente acá en Chihuahua, y Longitud de guerra, en Tomochic, allí trabajé yo también y
Roberto Sosa, el padre de mis hijos.
¿Ahí se conocieron?
No, nos conocimos en la escuela de Bellas Artes, porque finalmente
yo entré a estudiar a Bellas Artes, ya que todos los maestros nos aconsejaron
que era la escuela que más nos convenía porque había un programa de estudios
mucho más amplio que en la escuela de Don Andrés Soler. Cuando Gonzalo mi hermano regresó de Rusia, yo ya estaba casada y ya
había nacido Gaby, nada más tenía la primera hija.
III- EVANGELINA EN EL CENTRO DE UNA FAMILIA DE
ARTISTAS
Entonces, ¿tuviste tres
hijos? Cómo fue el salto de tu vida, de esa vida cotidiana empleada de un
banco a estar en la pantalla, en los camerinos, en el teatro?
Trabajé en el banco en Camargo; luego en Chihuahua y ya en México
continué también en el mismo banco, pero ya en México empecé a estudiar y entré a trabajar a una compañía norteamericana Burroughs de máquinas sumadoras en un horario hasta las seis de la tarde. En esa época fue cuando decidí estudiar
actuación pero el horario de la oficina allá no me permitía asistir a las
clases, entonces lo que hice fue buscarme un trabajo que fuera de horario
corrido y en PEMEX tenían un
horario de 8 de la mañana a 3 de la tarde, las clases empezaban a las 4, lo cual estaba perfecto,
entonces pues conseguí el trabajo en Petróleos Mexicanos para combinarlo con
mis estudios, así que salía a las 3 de la tarde, comía por ahí rápidamente y a las 4 entraba a la escuela.
¿Y en qué momento
empiezas a vivir del arte? porque veo a una mujer muy trabajadora que ha tenido
que trabajar en otra cosa para lograr sus sueños de la actuación.
Si, me costó mucho trabajo finalmente defender lo que yo realmente
quería. Claro que como secretaria me gustaba mi trabajo porque el trabajo en sí
me gusta ¿verdad? pero no era mi devoción ser secretaria, yo quería ser actriz.
Entonces trabajando en PEMEX de pronto me llamaban para papeles pequeños en las
telenovelas; ahí fue cuando hice las películas con Gonzalo, mi hermano, El
Principio y Longitud de guerra, ahí si definitivamente tuve que pedir permisos
largos, de meses, un par de meses o tres para irme a hacer la película porque
en Chihuahua era dónde se filmaban. Entonces poco a poco empecé a trabajar un
poco más como actriz y ya eran demasiados los permisos que yo pedía hasta que
llegó un momento en que tuve el valor de renunciar totalmente al trabajo y
me la jugué, dije: "Bueno pues
aunque me muera de hambre voy a trabajar en lo que a mi me gusta". Entonces ya por
fin pude desprenderme de esa rutina que ya para mí estaba resultando
insoportable, una rutina de oficina de ocho horas. Eso ocurrió en los ochentas más o menos, yo ya tenía
veinte años trabajando en Petróleos Mexicanos.
A mí me resulta muy
interesante tu persistencia, por un lado en tu arte, y por otro en la solución de la
subsistencia; además fuiste encontrando trabajos
interesantes; lo rutinario de la oficina no se lo quita nadie, pero al
menos en mi percepción yo pienso que no era fácil entrar a trabajar en PEMEX.
No, a mi me ayudó el Ingeniero Vladimir Orskovich, padre de Sergio
Orskovich, no sé si hayas oído hablar de él, es director de cine, todavía vive
y él estudio dirección cinematográfica junto con Gonzalo mi hermano, y en esos
tiempos por ejemplo si nosotros recibíamos carta de Gonzalo
íbamos a casa de la familia de los Orskovich a leerles la carta y ellos a su
vez nos invitaban a su casa a comer, para leerles las cartas de Gonzalo y ellos
leernos las de Sergio. Entonces cuando yo supe que en
Petróleos Mexicanos había ese horario tan cómodo hasta las cuatro de la tarde yo le
dije: "Señor Orskovich yo necesito un trabajo hasta las tres de la tarde
porque yo quiero estudiar, ¿podría usted ayudarme a entrar a PEMEX? Me dijo que sí, que con mucho gusto, me dio una tarjeta, me dijo así con su acento de ruso: "Ve a ver al
ingeniero Enrique Guzmán - lo tengo muy presente - Enrique Guzmán, y dile que vas de
parte mía". Fui con ese ingeniero, me hizo una prueba, me dicto una carta e
inmediatamente me quedé a trabajar allí, y trabajé como seis o siete años como transitoria hasta que finalmente me dieron mi
planta, lo cual no me llenó de júbilo, y las compañeras decían: ¡Pero cómo es
posible que no te alegres! No, porque esto significa amarrarme más a la empresa, a un horario y mis ambiciones son otras. Decían, al contrario si ya tienes
la planta vas a poder conseguir permisos más fácilmente. Y así fue, cuando
empecé a hacer cine pues pedí permiso, necesito noventa días para hacer mi película,
me daban mis noventa días que es cuando me venía yo a Chihuahua con mi hermano a
hacer las películas. Y me dedicaba de lleno a hacer cine, pero era para mi
olvidarme de ese mundo de oficina y de rutinas, hasta que empezó a hacerse ya insoportable la idea de ir a una oficina definitivamente y renuncié.
¿Y este enorme esfuerzo
no que te hace valorar más la parte artística que tanto trabajo te costó?
Si, me ha costado mucho porque desde un principio descubrí yo en mi
tierra natal qué era lo que quería hacer con mi vida y una vez que lo descubrí,
que mis padres no me permitieran, que mi hermano mayor tampoco, esperar un
tiempo y cuando ya finalmente pude, allí fue donde conocí al padre de mis
hijos y entonces ya se me facilitó un poco más seguir por el camino que yo
quería. Nos conocimos en la escuela de Bellas Artes donde teníamos como
maestros a Carlos Ancira y Héctor Mendoza, maestros muy valiosos, y allí empezó
mi independencia, una vez casada ya mis padres dijeron bueno pues ya el esposo
sabrá, y de esposo me encuentro otro loco igual que yo, pues entonces juntos
fuimos creciendo en ese sentido.
¿Qué significó para ti
que tu hermano te ofreciera un papel en su película?
Una gran felicidad, una forma de entrar con el pie derecho a esta
profesión, claro mi hermano Gonzalo asistió a mi examen de actuación, él pudo
constatar que no estaba llevando a su hermana nada más por ser su hermana, él
nunca fue de esas personas que hacen uso del nepotismo ni algo que él
practicara tan fácilmente, no nos
llevaba a sus hermanas y a sus sobrinas y sus sobrinos en sus películas o en
sus telenovelas nada más por ser de la familia, sino porque realmente le
funcionábamos tanto por el tipo de personajes que él necesitaba como porque de
alguna manera vio posibilidades en nosotros. Eso es un hecho. Y si no había
personaje para nosotros no nos llevaba.
¿Y tu mamá vivió para ver
como su familia se desarrolló en el arte?
Si, si alcanzo a ver los logros, los éxitos de sus hijos y de sus
yernos.
¿Y qué decía, o qué
pensaba?
Se sentían orgullosos; el padre de mis hijos se
paraba el cuello de ver a sus hijos actuar, y mi madre pues no, olvídate, se
sentía orgullosísima, sobre todo de que el hijo que regresó de Rusia se
estuviera realizando en su país y que además llevara a las hermanas, o sea a
sus hijas que éramos Socorro Bonilla, que llevó el apellido de Héctor, Alma
Delfina, que se dejó su propio nombre porque yo le dije, bueno si tenemos un
apellido muy común que es Martínez, entonces tú que tienes un nombre compuesto déjate nada más Alma Delfina, y me hizo caso. Y yo si me
dejé Evangelina Martínez, digo bueno pues es un apellido muy común, pero es mi
apellido, así que me lo deje.
¿Y tus hermanos se
dejaron sus apellidos?
Gonzalo sí, Gonzalo Martínez Ortega; Mario Iván Martínez también; la
que se lo cambió fue Socorro porque cuando empezó a actuar era la esposa
de Héctor Bonilla y cuando se separaron le dijo: “Héctor, ¿puedo quedarme con
el apellido, como mi nombre artístico Socorro Bonilla?”. El aceptó. Entonces, te digo, después de los hermanos
siguen los sobrinos: Roberto, Evangelina, Gabriela; de parte de Socorro, su
hijo Sergio Bonilla que se parece muchísimo a Héctor.
¿Además de tener una familia
de artistas cómo es tener además un esposo artista, y de qué manera los hijos
se fueron embebiendo de este ambiente?
Los hijos en lugar de ir a los juegos infantiles preferían irse con
nosotros a los ensayos. A Roberto mi hijo yo le decía: Beto, vete con tus
amigos a jugar a la pelota, a la cuerda, a lo que sea a la calle. ¡No, no! prefiero ir contigo al ensayo. Pero Beto se tarda mucho, vamos a durar como
tres horas. No importa Má yo voy. Ándele pues. Y ahí se estaba en primera fila.
¿Cuándo sientes tú como
madre que tu hijo tiene inclinación por el arte?
Hay qué bárbara, pues desde los cinco años. En una ocasión estaba yo
en una obra infantil que se llamaba Del
centro de la tierra a la luna, y luego había varios actores que se vestían
de monstruos, y una vez una de las chicas no llegaba
a tiempo y Roberto, mi hijo, estaba ahí puesto viéndome como diciendo “mamá,
mamá yo, yo”. Entonces la directora le dijo: ¿Robertito no quieres tú…? ¡Si!
Pero si no acabó de decirlo cuando Robertito ya estaba ahí puesto. Entonces ya
pasó por el escenario con ese armatoste puesto, de monstruo, y ahí sintió él
que ya estaba actuando. A los 8 años él me dijo: "Mamá
yo quiero ser actor, yo voy a ser actor". Así, hasta me asustó su seguridad y
Socorro, mi hermana, comentó: "Oye que maravilla que un niño a los ocho o nueve
años ya éste seguro de lo que va a ser".
Pero hay muchos niños que
no quieren seguir la profesión de los padres.
Si, exacto, por ejemplo, Luz María Aguilar, actriz, ella dice que
siempre le está diciendo a su hijo: Ándale hijo, acompáñame al llamado, ándale
vamos a la grabación. ¡No, Má, no, no, no! yo aquí me quedo. Porque ella quería
que su hijo fuera actor, fíjate, pues no, no hubo poder humano que hiciera al
niño ser actor, él decidió ser otra cosa que no tiene nada que ver con la
actuación y así es.
¿Y todos tus hijos
optaron por el arte?
Gabriela decidió terminar su carrera
de Ciencias de la comunicación y darle a su papá la satisfacción de entregarle
un certificado de profesional. Y Roberto y Evangelina tuvieron que estudiar la
secundaria y la preparatoria nocturna o libre para poder acudir a sus llamados
que tenían, porque desde que empezaron a trabajar no los dejaban los
directores ni a sol ni a sombra de llamarlos.
¿Quién es más chico de
los dos?
Roberto es el más chico, Evangelina es la de en medio, pero es bien
traga años .
¿En qué películas o novelas han actuado?
En la película Ángel de fuego estuvieron los dos, Roberto y
Evangelina. Roberto si ha hecho más cine, en este año ya se estrenaron tres
películas, le faltan dos para que sean en total cinco que se estrenaron este
año: “El baile de San Juan”,
y “Victorio” en la que hace de un travesti y se viste de
mujer, no, no sabes que trabajo era.
¿Y se ve bonito?
Hermoso mi hijo.
¿Y Roberto Sosa padre
vive todavía?
Sí, si vive, cabeza blanca.
¿Qué hace él ahorita?
Ahora está dirigiendo la pastorela de Tepozotlán, que es la principal
pastorela de cada año en México y él originalmente es actor pero también ha
dirigido. Últimamente ha dirigido telenovelas para Televisa, La de la mochila azul y luego para Azteca, Al norte del corazón.
¿Y están juntos ustedes
ahora?
No, estamos separados.
¿Pero mantienen buenas
relaciones?
Si, hay una buena comunicación, los hijos constantemente se
van a comer a su casa, y ahorita están ensayando la pastorela porque Roberto y
Evangelina van como los diablos principales dirigidos por el papá.
¿Tu mamá vive todavía?
No, mi madre ya no vive.
¿Y tu papá?
Tampoco. Y mis tres hermanos mayores ya se fueron, Mario Iván se nos
fue en el 95; Gonzalo se fue de una forma abrupta en un accidente de carretera
México - Cuernavaca en el 98, tres años después que Mario Iván y luego doña Eva,
mi madre, en el 99, que se la llevaron los hijos, si, y luego mi hermana, la
que vivía aquí en Juárez, la que sigue de Gonzalo, se fue en el 2005 hace 6
años. Y luego sigo yo, pero ya les dije que vamos a hacer una buena causa con
calma, que no carrereyen.
¿Oye y se reúne toda la
familia, sobrinos y tíos en algún momento?
Por ejemplo este 21 de noviembre, el lunes, nos reunimos en México a
raíz de que vino un sobrino de Atlanta, ese sobrino es hijo de la hermana que
vivía aquí en Juárez, él viajó a México porque tenía una comida con sus ex
compañeros de la escuela de la prepa, entonces con ese motivo también programó
una comida con los primos hermanos y allí estuvimos. Estuvo Mario Iván, mi sobrina Luisa María, hija de Gonzalo
mi hermano, Luisa María es nieta de Luis Arcaraz, el cantante y compositor
porque Gonzalo mi hermano estuvo casado con María Luisa Arcaraz, hija de Luis
Arcaraz. Y pues ya los hijos de mis hermanos mayores son hijos huérfanos unos
de padre y otros de madre. Pero yo me siento muy responsable como le decía
ahora a mi hermano, yo siento una gran responsabilidad como tía, porque ven a
la tía Evangelina que es la mayor y la tía hermana del papá o de la mamá y
como que quieren ver en mí a sus padres.
Por una parte ha de ser bonito ¿no? Que tengan esa comunicación contigo.
Bueno, es bonito pero cuando nos venimos de Camargo a Chihuahua y
luego a México, ellos se fueron primero, y yo me quedé como hermana mayor de
los otros seis; me quedé encabezando también cuando empezaron a casarse, se
casó primero Mario Iván y luego Gonzalo se fue a Rusia y mi otra hermana se
casó y se empezaron a casar los mayores y entonces me dejaron a mi como única
ayuda económica para el resto de los hermanos; entonces por segunda vez me
dejaron sola y ahora que se están yendo del mundo me están dejando por tercera
vez sola, a eso me refiero de que el paquetito no es tan liviano.
Sí entiendo, es como
pasarte siempre la estafeta de la responsabilidad ¿verdad? Como si tu fueras la
matriarca de la familia.
Exacto y acabo de terminar otra temporada de teatro en México y fueron
a verme mis sobrinos, una sobrina que vive en Querétaro, hija de Mario Iván,
otros que viven en Guadalajara, en fin, fueron a verme en mi última función, y
después de la función nos fuimos a comer todos y yo los veía así a todos y cada
uno pero como buscando en mi, te digo, a ese padre que ya no existe o a esa
madre, yo siento esa responsabilidad, a lo mejor estoy equivocada o me estoy
adjudicando paquetes que no me corresponden, pero si me corresponde puesto que
soy la mayor.
Mira yo por ejemplo, simplemente ahora que supe de esta pena de mi
hermano Leopoldo, dije, que ganas de ir a ver a mi hermano y a mi cuñada y
darles un abrazo. Me pasé una semana pensando en ellos, en esa pena y dije, bueno
¿Por qué no voy a verlos? Inmediatamente me fui a Interjet a apartar el boleto,
sin embargo en el momento de apartarlo no lo compré ¿me entiendes? Dije voy a
platicarlo con Gaby y con mis hijos, platicarlo, no pedirles permiso ni
autorización; pues me fui a Radio Educación donde tenía turno mi Gaby, le mandé
un mensaje: En qué momento de tu turno es oportuno que vaya para conversar
contigo?, me dice que a las tres y
media después de terminado el noticiero. Pues allí le llegué, le digo, Gaby
estoy pensando ir a Juárez para visitar a tu tío Polo ¿qué opinas? "Perfecto
madre, es lo que debes hacer"; y ya me sentí yo muy tranquila de que es lo que
debería hacer, fíjate.
¿O sea que tu
tranquilidad descansa en Gaby?
Sí, descansa en su opinión, en un sí o un no, claro que a los
otros dos, a Roberto y Evangelina les informó porque Evangelina también es un poco como mi madrastra: "No
madre, no deberías de hacer esto porque me parece esto o lo otro"
Como si tuvieras tu ángel
y tu demonio ¿verdad?
Sí, sí, la voz de mi conciencia. Gaby que es toda generosidad, toda amor, toda sensibilidad, para ella lo que su madre haga está bien hecho, y Evangelina que ve un poco más fríamente las cosas, eso no quiere decir que ella sea falta de amor, no, es diferente nomás. Ella tiene un razonamiento más frío que el de Gaby, por eso yo de alguna manera lo siento equilibrado. Y de Roberto tengo todo su apoyo, ¿qué necesitas madre? Ándale yo te lo invito, yo esto. No, no, Beto no me lo invites yo nada más te lo estoy comentando y así. Bueno, el caso es que entonces ya regresé a las oficina del Interjet a comprar el boleto y ya no había para el día que yo había decido, fíjate, dije, eso me pasa por ir a comentarlo con la hija, pero estuvo bien porque eso fue el día 21 que era lunes apenas y ya lo compré para el 22, estuvo perfecto. Pero a lo que me refiero con esto es a lo que necesito yo, y como no tengo al compañero a mi lado ¿verdad? que muchas veces el compañero, el esposo o lo que tu quieras te coarta tus cosas que como mujer o como ser humano de iniciativa quieres hacer. Yo si no estuviera sin compañero no haría muchísimas cosas que he hecho, porque sé que al estar con él, en primer lugar me censuraría los personajes que acepto, tanto en cine como en televisión. Él por eso está ahí metido en su casa sin hacer nada porque a todo le pone pero. Yo no, yo siendo trabajo venga de ahí, a mí me encanta estar activa, no decirle que no al trabajo. Y los hijos le dicen a su papá: "¡Ay padre!, por qué no aceptas dirigir, bájale a tu precio"; porque a veces pide cantidades estratosféricas, yo no sé si a propósito para que digan que no. (Risas) (Para que no lo contraten). Exacto, es lo que hace y yo no le digo a ver, a ver ,dónde, de qué se trata.
Sí, sí, la voz de mi conciencia. Gaby que es toda generosidad, toda amor, toda sensibilidad, para ella lo que su madre haga está bien hecho, y Evangelina que ve un poco más fríamente las cosas, eso no quiere decir que ella sea falta de amor, no, es diferente nomás. Ella tiene un razonamiento más frío que el de Gaby, por eso yo de alguna manera lo siento equilibrado. Y de Roberto tengo todo su apoyo, ¿qué necesitas madre? Ándale yo te lo invito, yo esto. No, no, Beto no me lo invites yo nada más te lo estoy comentando y así. Bueno, el caso es que entonces ya regresé a las oficina del Interjet a comprar el boleto y ya no había para el día que yo había decido, fíjate, dije, eso me pasa por ir a comentarlo con la hija, pero estuvo bien porque eso fue el día 21 que era lunes apenas y ya lo compré para el 22, estuvo perfecto. Pero a lo que me refiero con esto es a lo que necesito yo, y como no tengo al compañero a mi lado ¿verdad? que muchas veces el compañero, el esposo o lo que tu quieras te coarta tus cosas que como mujer o como ser humano de iniciativa quieres hacer. Yo si no estuviera sin compañero no haría muchísimas cosas que he hecho, porque sé que al estar con él, en primer lugar me censuraría los personajes que acepto, tanto en cine como en televisión. Él por eso está ahí metido en su casa sin hacer nada porque a todo le pone pero. Yo no, yo siendo trabajo venga de ahí, a mí me encanta estar activa, no decirle que no al trabajo. Y los hijos le dicen a su papá: "¡Ay padre!, por qué no aceptas dirigir, bájale a tu precio"; porque a veces pide cantidades estratosféricas, yo no sé si a propósito para que digan que no. (Risas) (Para que no lo contraten). Exacto, es lo que hace y yo no le digo a ver, a ver ,dónde, de qué se trata.
IV- EVANGELINA MARTÍNEZ Y EL ARTE DE SER
ACTRIZ
Me acaban de llamar para una película que voy a hacer en Sonora, me voy el 2 de diciembre.
¿A dónde vas?
Me voy a Álamos y a Magdalena de Quino; entonces voy a volar a Ciudad
Obregón y ya de allí me llevan para allá.
¿Cuál es el proceso de contratación para hacer una película?
Bueno, en primer lugar hay un agente. Había una señora que se llamaba
Claudia Becker que era la encargada de repartos en cine, entonces ella
representa a una cantidad de actores, entre ellos a Roberto mi hijo, desde
niño lo empezó ella a representar para películas extranjeras y todo eso. Que
necesitamos un niño de tal edad, pues ya se los tengo, Roberto Sosa. Y ahora
pues necesitamos una señora de tal edad para hacer una nana en una película de
época ¿verdad? de la época de la revolución. ¡Ah! pues Evangelina Martínez que
es una actriz de cabello blanco, sesentañera, bla, bla, bla. Entonces ya desde
un principio les habla de mí, les habla de la actriz, ésta es una señora muy
talentosa que ha hecho esto, les muestra el currículum y si ellos lo
requieren, un demo de algunos trabajos míos. Entonces ya te llaman, Señora
Evangelina Martínez, hay un
personaje para usted de la nana de la niña rica que llega de las Europas a su
ciudad natal, el papá es un político, bueno en fin, me dan el libreto para
empezar, para que yo lo lea, a ver qué me parece el personaje y si lo tomo o lo
dejo ¿verdad? Y te digo, desde luego yo no sé decirle que no al trabajo, cuando
me ofrecen un pago que no me conviene les digo ¿pero por qué tan poquito? no, no, tranquilos, vamos a hacer un
trato, a llegar a un acuerdo- No empiezo por rechazarlo, porque sí hay actores
que dicen por tal cantidad no lo hago. Oiga pero es que no hay más presupuesto, pues lo siento mucho no lo hago y ya.
¿Y cómo cobra un actor, por proyecto, por tiempo…?
A veces por producción. O sea
te dicen, pues le vamos a pagar $80,000 pesos por toda la filmación,
porque aunque su personaje es chico va a estar apareciendo en escenas saltadas
y va a tener que permanecer en el lugar de la filmación por todo ese tiempo.
Entonces por eso se le paga todo ese tiempo para que esté disponible el actor;
pero cuando el papel es chico, por ejemplo en este caso mío que ahora voy a hacer
el papel de una nana me dijeron, va a viajar el 2 de diciembre y regresa a
México el 8 y se vuelve a ir el 13 y regresa el 18, o sea van a ser dos viajes
y como cuatro o cinco días de filmación, entonces por decirte algo me ofrecen
$25,000 pesos, y les digo, no, oiga cómo $25, siquiera $30, $40; pues no señora,
es el presupuesto que tenemos y estamos muy apretados, ya sabes, siempre te hacen la llorona,
pero finalmente dicen, déjeme ver, y ya terminan diciéndote, bueno se le van a
dar $30,000. Bueno ya siquiera me
dieron un poquito más de lo que originalmente me estaban ofreciendo ¿verdad? y
así se negocia y se contrata. Otro modo, es por día de filmación, pero tienes
que estar allá, cuando es fuera de México, fuera del lugar donde se encuentra
el actor. Y cuando es en México pues es distinto porque cuando es fuera se
incluye el vuelo del avión, el hospedaje, las comidas, todo eso.
Y un salario mínimo
establecido por la Ley Federal del Trabajo ¿es un salario mínimo también para
un actor o tienen otras tabulaciones?
Sí, hay tabulaciones diferentes que establece la Asociación Nacional
de Actores (A.N.D.A.) que es nuestro sindicato. Éste nos protege también si hay horas extras, si hay un horario o hay una jornada de ocho horas una vez pasada
esa jornada, si tú sigues en el llamado te pagan dobles esas horas extras, ya
no digamos en días festivos, en días festivos triple.
¿Y los llamados se paga por hora? por
ejemplo cuando estás haciendo una telenovela.
No, no por hora, por jornada, por ocho horas al día. Por lo que si
trabajas tres, cuatro, seis, u ocho horas es lo mismo, salvo que se pasen de las ocho horas
entonces ya es tiempo extra. Por eso te dan un comprobante donde dice a qué hora
empezaste y a qué hora terminaste de trabajar, para que en caso que haya necesidad
de aclarar algo puedas hacerlo. Para esto desde un principio firmas un
contrato con todas las condiciones de trabajo.
¿Y les pagan semanal,
quincenal o mensualmente?
En cine en telenovelas y también en teatro se paga por semana. En teatro se pagaba cada domingo, aunque
ya no es como antes que era de martes a domingo, el único día de descanso era
los lunes. Ahora las funciones son casi nomás los fines de semana, jueves,
viernes y sábado, y en muchos teatros en México ya dan función solamente un día
de la semana, los jueves por decirte algo, los viernes, los sábados,
los domingos. Yo acabo de terminar una temporada que empezamos en julio y nada
más los domingos teníamos función. En teatroel pago es por día y también según como te
contrates: si hay una producción hay un productor que está respaldando esa
puesta en escena y tú recibes el
sueldo sin importar el público que asista. Y hay otros contratos que van a taquilla, según el público que
entra se dividen los ingresos entre los actores y el director. A veces hay que
pagar renta del teatro o sea…
¿Y también se le carga al
actor?
Eso no, primero se paga la renta y si queda algo es para el actor, bien
si no, no. Primero está el compromiso de la rentada del teatro. Sí, si es
bastante difícil.
¿Qué es un primer actor? ¿Qué es un actor de
reparto? Cómo son esas categorías que ponen a veces en los créditos?
Bueno, los estelares ¿no?.
En primer lugar aparece la protagonista o el protagonista, pues esos son
los estelares, generalmente son una pareja. Luego hay personajes muy
grandes, el co-protagonista o antagonista, digamos que es el
rival del personaje principal; esos se pueden clasificar también como estelares
según cómo se contrate el actor; si dice -yo quiero que me pague como
estelar aunque vaya a hacer este personaje- y de acuerdo a la trayectoria de
ese actor o de esa actriz, ya verá el productor si accede a pagarle como si
fuera estelar; y luego siguen los co-estelares, por ejemplo en cine es estelar,
co-estelar, primera parte, segunda parte, tercera parte y luego bit, un bit de
acción.
¿Y qué es la primera,
segunda, tercera parte?
Es la primera después del estelar y del co-estelar, es la jerarquía,
los niveles, y va variando el sueldo y la clasificación.
.
.
Por ejemplo, tú eres
estelar, co-estelar, primera parte, segunda parte... y ¿cuándo se dice Primer Actor ?
No, esa es una forma de llamar al actor, como decir el talentosísimo
actor fulanito de tal. Mira permíteme decirte, aquí entre nos, esas son
payasadas que a los actores les gusta que les pongan así. Hay actores muy vanidosos que les gusta que les pongan así pero eso es
solamente un adorno, porque para ser primero o segundo te lo vas a ganar.
Continuando con el
procedimiento de la contratación ¿qué sigue?
Te contrataron ya, por ejemplo yo ahorita estoy en ese plan. La señora
Evangelina Martínez ya aceptó, ya nos firmó el contrato, ya hay un compromiso
de ambas partes de que va a cumplir con la película: "Señora, sus fechas de salida son el 2 de diciembre ya le
mandaremos los datos de su vuelo y va a trabajar tal y tal día." Y ya una vez que
llegué allá, ellos me dicen, "Señora mañana tiene llamado y se van a grabar
estas escenas". Te pones a
estudiarlas para estar lista al siguiente día pero como navaja para rasurar,
con tu papel bien aprendido, digo si no quieres quedar mal ¿verdad? y dicen que
a papel aprendido no hay mal actor, si tú llevas tu papel perfectamente
memorizado pues más fácilmente puedes meterle cosas a tu personaje , de
intenciones, detalles de la escena
¿verdad?, que se vea natural.
Ahora en ese punto, se puede hablar de una generalidad de actores responsables o hay también actores irresponsables que llegan sin prepararse.
E: Sí, claro, hay de todo. Y desgraciadamente en esos casos se tiene
que repetir mucho la escena hasta que salga bien.
¿Y hay alguna sanción para
el actor?
Yo creo que si de plano no le gusta al director simplemente no lo
vuelve a llamar, y mira para el actor no hay más recomendación que su propio
trabajo, entonces sí realmente amas tu carrera y quieres seguir trabajando pues
hay que hacer el papel lo mejor posible ¿no?, y no solamente como esté escrito
sino meterle cosas tuyas para adornar al personaje, bordarlo y hacerlo
agradable al público y realmente enriquecido con características del mismo
personaje, no concretarse nomás a lo que está escrito. Por ejemplo, si estoy
aquí en la mesa, no voy a estar repitiendo nada más los parlamentos que están
escritos así quieta, sino como estoy en una mesa pues puedo comer realmente,
servirme la salsita, ponerle sal, limpiarme con la servilleta, eso es enriquecer
al personaje.
¿Qué instrucciones te da un director?
Un director se va a las características de tu personaje, a ver, si yo
Evangelina Martínez voy a ser una nana, ya debo traer mis antecedentes, ésta
nana ¿cuántos años tiene con esa familia?, ¿cuánto tiempo hace que la niña que
está llegando de viaje no la ve?
Eso lo tomas de los mismos parlamentos que dicen: “¡Mi niña estás
bellísima! Igualita que tu madre que en paz descanse”. Entonces ese parlamento
ya te está poniendo a analizar el personaje, ¿qué tanto hace que no ves a la
niña? cinco? diez años? y la clase social que tiene en ese
pueblo esa niña ¿verdad?, que es hija de un político, el general de ahí del
pueblo, es de la época de Porfirio Díaz, que llegan carruajes y todo eso, pues
¿cómo se desenvuelve una nana de esos tiempos? Entonces todo eso lo tengo que
estudiar yo como actriz; no voy a ser una nana de la vida actual, no es lo
mismo, las nanas de aquellos
tiempos son más recatadas y peinan a la niña y sus movimientos son más
parsimoniosos, y su caminado, su vestir, los vestidos con cuellos
hasta acá, y este todo eso..
¿El actor es responsable
de conseguir su vestuario?
No, sobre todo si es de época lo tiene que poner la producción.
Además hay una sesión antes para probarse vestuario, para probarse peinados y
maquillaje. Por ejemplo, esta
rayita que tengo yo tatuada me la van a tener que quitar porque en aquellos tiempos no se usaba,
me la quitan con el mismo maquillaje; y me van a peinar obviamente de chongo y
me pondrán un postizo que se le agregue a mi cabello blanco ¿verdad? a lo mejor
con trenzas, una trenza así como nana, y los vestidos adecuados. Todo es de
acuerdo a la época y el vestuario, el peinado y el maquillaje te van ayudando
a acercarte a tu personaje y si llevas tu parlamento bien memorizado lo
disfrutas ya como una nana de aquellos tiempos.
Claro a la hora de la lectura la chica que va a ser mi patroncita la
voy a conocer hasta el día que yo llegue. Luego hablaremos para ponernos de
acuerdo en detalles, que tanta confianza hay entre las dos, la clásica nana que
la niña le cuenta todo, porque la niña ésta se enamora de un bandolero y la
nana la aconseja: “No, mi' ja, tienes que casarte con el hombre que tu papá te
ha elegido. ese hombre no es para ti”. O sea, ahí te olvidas de Evangelina
Martínez, ahí vas a ser una nana que bien aconseje a la niña.
¿Qué tanto se separa el
personaje de la persona? Cuando dices ahí tengo que olvidarme de Evangelina ¿es
posible olvidarte totalmente?
No es posible, sino que le tengo que poner al personaje algunas
características de Evangelina Martínez que encajen con el personaje. Por ejemplo,
el maestro de actuación nos decía: "Si por ejemplo una muchacha de 20 años va a
ser una estudiante que va saliendo de prepa, pues ella está cercana a lo qué va
a hacer, pero si va a hacer a una mujer madura de 40 años, pues no, entonces ya
tiene que caracterizarse con otros detalles, con sus movimientos de otra
manera, el maquillaje, el peinado". O sea, entre más se acerque el personaje a tu
personalidad pues tienes más ventaja. A ver, Evangelina Martínez va a hacer a
una nana de cabeza blanca, pues ya tenemos la mitad ganada ¿no? Por eso me eligieron a mí porque el tipo ya lo doy, ahora esta vestimenta no es para una nana, ya
llegando allí me visten de nana, una mujer sencilla, humilde seguramente, pero
con una cierta educación para respetar a la patrona y saber obedecer, en fin le
pongo a la nana características de Evangelina pero no totalmente ella, sino que
Evangelina se va ha poner características de una nana para bordar totalmente el
personaje, para que el público realmente crea que esa señora es una nana y no
es Evangelina Martínez actuando.
Entiendo lo que me estás
diciendo porque cuando vi la película de Frida
con Ofelia Medina yo siempre vi a Ofelia Medina.
Esa es la cuestión porque tal vez Ofelia Medina a lo mejor le ponía
ciertos detalles a Frida que eran de Ofelia. También un López Tarso no deja de ser López Tarso, fíjate, y
realmente los verdaderos buenos actores son los que no vez al actor sino al
personaje. López Tarso siempre es López Tarso y mucha gente dice ¡qué buen
actor es López Tarso!, discúlpenme pero no es un buen actor por que él siempre
es López Tarso y como son tan ególatras es López Tarso él que se ve y es Ofelia
Medina y no Frida y el indio. A Ofelia Medina no la dejas de ver porque ella no
terminó de revestirse de la sufrida y atormentada Frida Khalo, fue Ofelia
Medina actuando de Frida Khalo.
Bueno mira te empecé
preguntando cómo era el proceso de producir una película desde la contratación
del actor hasta su terminación. Ya
vimos la contratación y estamos en la preparación del personaje, qué sigue de
allí?
Hay días de descanso, efectivamente, uno se queda en el hotel haciendo
lo que quiera o paseando por el pueblo, o estudiando el
mismo personaje y las escenas que vas a hacer al siguiente día, llevarlo lo
mejor aprendido posible para que no te gane el nervio a la hora de estar frente
a las cámaras, porque de alguna manera sí es imponente: cinco, cuatro, tres,
cámara, acción y entra la acción y tienes que entrar con el ritmo de tu
personaje y olvidarte de que hay gente alrededor tuyo, que hay camarógrafos,
fotógrafos, etc.
Eso se me hace tan
difícil, casi yo les diría ¡ay pero que se salgan todos!
No hay manera de que se vayan, eso es imposible, por eso, fíjate como
tú en el cine estás viendo una escena que parece que está sola la pareja, pero
está rodeada de una serie de técnicos.
Las escenas candentes ¿cómo se logran?
Si el director es sensible y respetuoso trata de que esté la menos gente posible, sólo los
indispensables, el camarógrafo, el de iluminación y el de sonido, para que la
pareja se sienta realmente en intimidad, pero además depende mucho del actor,
que se olvide que hay gente, si la escena es dramática tienes que meterte en la
escena para que sientas realmente lo que te está pasando con esa persona o si
estás tú sola, olvidarte que hay gente alrededor, simplemente no la ves. Para
eso hay ejercicios de concentración desde las clases de actuación, olvidarte
que estás rodeada, te olvidas y al mismo tiempo sabes que te están observando.
¿Tú ayudabas a tus hijos cuando tenían
que actuar?
No, nunca, ¿sabes por qué? porque desde la primera vez que yo llevé a
Roberto mi hijo a un llamado de televisión, me dio el libreto y me dijo: A ver
Má tómame las escenas, entonces se las tomé y yo Evangelina Martínez me quedé
perpleja que dije, no tengo nada que hacer aquí más que apoyar a este muchacho,
apoyarlo porque él lo está haciendo todo, yo no tengo que enseñarle nada porque
él ya lo trae. Y eso es lo que he hecho yo con mis hijos, que el director se
encargue de darles las instrucciones y como yo los he visto que estudian
antes, yo no tengo ni que decirles ¡estudien! Es la profesión que ellos
eligieron.
Hay muchas mamás que si ayudan a sus hijos, que no son actrices, que
no tienen nada que ver con el ambiente y yo las veo ahí aconsejando al niño,
pero si es un niño que ya sabe actuar no necesitas decirle nada, el director es
él que les dice todo. Te digo yo en lo personal y no es presunción, no me vi en
la necesidad de aconsejarlos, al contrario yo me alejaba, nomás que me viera
ellos que allí estaba yo pendiente de ellos. Roberto desde niño me decía: "Cuando me acompañas ya con el simple
hecho de saber que ahí estás yo trabajo muy a gusto". Inclusive cuando me
decían, señora, vengase a comer, mientras su hijo termina la escena. ¡No! Yo no
voy a comer, mi hijo trabajando y yo muy a gusto comiendo, no señor, y hasta
que él ya lo cortaba con, ya puede irse a comer, entonces ya nos íbamos a comer
juntos, pero yo sentarme muy a gusto a comer como mamá y mi chamaco
trabajando no, eso no, yo me solidarizaba con mis hijos.
¿Tú crees que tus tres
hijos nacieron actores?
Yo siento que el que nació actor es Roberto, algo pasaba en mí cuando
yo lo traía en la panza, algo, unas vibras por ahí me decían que éste chamaco
iba a ser actor. Y fíjate que Evangelina, ella se veía en el espejo y se veía
bonita y todo el mundo le decía que qué bonita y ella pensaba
que ser bonita era una virtud para ser actriz, hasta que poco a poco se fue
dando cuenta que no, que para ser actriz, había que estudiar. No era nada más
ser bonita por que ser, ser solamente bonita es ser una actriz deshechable, se
termina la telenovela y ya nadie se vuelve a acordar de ella, no las vuelve uno
a ver; y en cambio, un actor que prevalece en el ambiente pues es aquél que
estudia, que se prepara, que hace sus papeles a conciencia, no nada más de boca
para afuera, o por que les ponen el apuntador en las telenovelas, sino que hay que estudiar bien los
personajes. A mi Gaby le ha costado más ser actriz porque ella estudió primero licenciada en comunicaciones y se
dedicó más que nada a radio. Hizo una especialidad en radio en España. Roberto
fue a Paris a estudiar actuación. Estudió en la Escuela Nacional de Circo y en
la Escuela Nacional de Arte Dramático en Francia; y Evangelina se fue a
Inglaterra, estaban en una edad los tres que les dije, váyanse cada uno a
distinto país, para que tenga su mamá que ir a visitarlos, ni modo.
¿Y se fueron al mismo
tiempo?
No, primero se fue Roberto y luego Evangelina y después Gaby.
¿Cuándo ellos trabajaban
cuando eran niños, tú les administrabas sus ingresos?
No, mira, si les daban viáticos yo les decía, que el niño se los
reciba y que le firme, y ellos firmaban. Entonces después me decían, !guárdamelo! Yo por ejemplo un día vi a Roberto desayunando nada más un yogurt y
un pan y le digo: ¡Beto! ¿Nomás eso vas a desayunar? Sí Má. ¿Porqué? -Pues porque quiero guardar mi dinero para comprarme unos tenis que vi. Pero tus tenis
te los puedes comprar con el sueldo que vas a ganar, a ti te dan viáticos para
que comas, para tus comidas ¿no? Sí Má, pero no, el dinero que voy a ganar lo
quiero guardar todo y comprarme los tenis con los viáticos. Entonces él mismo pues se hizo así ahorrativo y administrador de su dinero. Yo
les dejaba su dinero, era un dinero que ellos ganaban yo no tenía
ningún derecho a administrárselo, ellos decidían qué hacer. Yo nada más los
acompañaba y los apoyaba con mi presencia.
¿Cómo se cierra el proceso de filmar una película?
Por ejemplo, se acabó el personaje de Evangelina Martínez y ya. En México ya recibo el resto del
sueldo, lo que falta, y ellos siguen filmando. Cuando termina la filmación todo mundo se regresa a México, inclusive hay una fiesta de fin de
filmación siempre, y luego hay un estreno de la película donde invitan a todos
los actores, un estreno que no es para el público en general nada más para los
que intervinieron en la película.
¿Y cómo es ese estreno?
Ah, pues es muy bonito, muy satisfactorio porque va uno a ver su
propio trabajo, claro aquí entre nos te diré Carmen que yo considero que uno
como actor es el peor juez, porque uno siempre piensa que pudo haber hecho mejor las
cosas. Claro recibes muchos piropos y la gente te dice: ¡Ay qué bien,
Evangelina! ¡Qué bárbara! ¡Me encantó, maravilloso! Pero también hay que saber
escuchar las críticas, también eso le enseñan a uno en las clases de
actuación, a ser objetivos para escuchar, no hay que creérselo todo y hay que
saber escuchar tanto las críticas en pro como en contra, así puede llegar una
persona un poco envidiosa y decirte: "Oye tú podías haberle hecho de tal o
cual modo". Y tú bien sabes que no lo hiciste tan mal por ejemplo. O sea, hay
que saber escuchar todas las críticas, que no te afecten ni para bien ni para
mal, sino que tú vayas sopesando tu propio criterio de acuerdo a los
comentarios y de acuerdo a lo que tú estás viendo en la pantalla, por eso
muchas veces es importante ver uno los programas, aunque hay veces que dicen
¡ay sí! te quieres ver. Les digo: No, no para ver cómo me veo sino para calificarme yo, o criticarme
o censurarme.
Para concluir esta conversación tan generosa de tu parte Evangelina Martínez, me
gustaría saber qué siente el actor en el escenario y cómo logra ese desdoblamiento
entre ser él mismo y ser muchos otros a la vez.
Mira estar en el escenario es una emoción muy grande. Uno de los
maestros nos decía: "si ustedes van a subir al escenario a sufrir, a padecer, no
está bien". El actor debe subir a
disfrutar, a estar frente a la cámara para disfrutar que está actuando aquel
personaje. Y bueno, ese desdoblamiento que dices, sí, muchas veces uno tiene
penas en la vida, penas personales y llegas y te olvidas un poco de tu propia personalidad. El maestro nos decía: "Aquí en mi clase, al inicio de la puerta dejan sus problemas
personales y ya una vez dentro del salón van a tomar ese personaje con el cual
ustedes se van a identificar y a olvidarse de sus penas. Ya cuando salgan de aquí
las vuelven a retomar, pero mientras estén aquí se olvidan". Entonces eso nos
pasa con el trabajo, yo creo que el trabajo del actor, es como el trabajo de todos los demás, porque entras y te
concentras en lo que tienes que hacer, porque te alivia cualquier pena que tengas, te hace olvidarla un
poco y todos los dolores morales se van cicatrizando
poco a poco, porque el trabajo es un gran paliativo. Entonces ¿te imaginas? como
actores pues con más razón porque nos olvidamos, y hay veces que nos cuesta
trabajo por que dices: "¡Ay! me duele el corazón, me duele el pecho por esto que
traigo". El actor a veces tiene que dejar a la madre
tendida entre cuatro cirios e irse a dar una función de teatro. A mi me tocó
cuando mi madre se nos fue en el 98, ella falleció un domingo y la iban a
incinerar un lunes, pues ese lunes yo tenía un llamado en una telenovela, que
se llamaba “Catalina y Sebastián”, la telenovela se estaba grabando en
Chiconcuac, entonces en un vehículo que nos llevaba a Chiconcuac pasamos por
la funeraria Gayoso, donde estaban velando a mi madre y para mi fue muy duro y
dije: "¿Estará bien esto qué estoy haciendo? ¿Que los actores debemos hacer
esto? Dejar nuestra vida personal para irnos a actuar de otro personaje". Yo
creo que todos los actores nos hemos hecho esa pregunta, alguna vez. Susana
Alexander dejó tendida a su madre para ir a dar una función de teatro y regresó
a seguir velándola. La vida del actor a veces es muy dura pero también muy
satisfactoria porque el aplauso del público es maravilloso. A veces terminas una obra
de teatro y sales a tu camerino a desbordarte en llanto porque durante la
función no pudiste desquitarte. Los programas de televisión yo los he
aprovechado como nos decían los maestros: Si
tienen una pena, un problema, enfóquenlo de alguna manera hacia el personaje
que están haciendo y eso los puede ayudar. Me ha tocado a mi hacer
personajes muy dramáticos cuando traigo algún problema, entonces me cuesta
menos trabajo llorar, inclusive el mismo director se asombra de la
facilidad con que llora esta señora, pues porque estoy aprovechando para sacar
esa penilla que traigo en mi alma ¿verdad?
Evangelina te agradezco
mucho tu tiempo y tu generosa conversación, tu visita a Ciudad Juárez y la
oportunidad de este encuentro. Espero que nos volvamos a ver pronto en otro
lugar y sigamos platicando largo y tendido como en esta ocasión. Mil gracias.
Seguro que si, o por correo electrónico.