lunes, 15 de abril de 2013

SILVIA MARGARITA OLIVAS ENRÍQUEZ: POR UNA ESTÉTICA AL ALCANCE DE TODOS




Silvia Margarita Olivas Enríquez, estudió la carrera de médico cirujano en la UACJ, y posteriormente hizo un postgrado en cirugía estética y cirugía cosmética. Es originaria de Ciudad Chihuahua, pero desde que tenía cuatro años vino a radicar con su familia a  Ciudad Juárez por lo que se considera juarense de corazón. Para ella lo que necesita el mundo es paz, comprensión y conciencia, y además considera que hoy en día las mujeres pueden envejecer con dignidad viéndose y sintiéndose “regias”.  Te invitamos a leer su entrevista.

¿Silvia cómo te decidiste a elegir tu especialidad?
Tengo la dicha y la bendición de Dios de saber desde muy pequeña que el camino que iba a escoger era la medicina. Además siempre he sentido compasión hacia los demás y necesidad de querer ayudarlos. Y por otro lado, desde niña he tenido una curiosidad natural, ese sentido científico de investigar y de querer saber siempre un poquito más de las cosas y cuestionar todo. Recuerdo que de pequeña acompañaba a mi mamá a la farmacia y ella le preguntaba al farmacéutico: ¿Usted es médico? -No, yo soy farmacéutico-  Y yo pensaba dentro de mí -¡ah caray! ¿cómo receta si no es médico?. Desde entonces yo decía “voy a estudiar medicina para saber cómo funcionan los medicamentos”. Siempre tuve esa inquietud y gracias a Dios tuve la oportunidad y la bendición de que mi familia me pudiera encarrilar hacia lo que yo quería estudiar y finalmente pues estudié medicina.


Y ¿cómo fue que te decidiste por lo estético?

Porque me ha resultado muy satissfactorio y gratificante. Te quiero comentar que dentro de la medicina hay una situación muy curiosa, después de ver a un enfermo, un infartado, o alguien que fue operado de cáncer, es muy grato ver cómo te agradecen. La gente en realidad es muy noble, pero cuando tú ayudas a alguien en una cuestión estética, no necesitan decirte nada porque por la pura mirada sé cómo se sienten de verse cambiados, aunque siguen siendo ellos mismos, pero se sienten mejor y todo lo dicen con la mirada. Es indescriptible la felicidad que siento de ver la cara de mis pacientes, irradian una sensación de amor y de autoestima hacia ellos mismos que la verdad ya no quiero ni que me paguen, con verles sus ojitos ya me siento recompensada.

¿Y eso también lo tenías claro desde niña? Que querías dedicarte a la estética.

No, eso se fue dando con el tiempo. Mira para hacer medicina estética y cirugía cosmética es una preparación muy larga. Tienes que hacer los cinco años de medicina, el año de internado y el de servicio social, ya son siete,  luego te vas a la especialidad en cirugía plástica y reconstructiva que son otros siete años más porque tienes que tomar cuatro años de cirugía general, de todo, desde la cabeza hasta los pies vas rotando por todas las especialidades: cara, tórax, abdomen, ortopedia, neuro, etc. y la razón que se hace todo eso es para darte destreza en tu capacidad para operar. Los tres años últimos de la especialidad son encaminados única y exclusivamente a la cirugía reconstructiva y estética. 

                                
                                         Vista aérea de un quirofano.

 Recuerdo que cuando estaba estudiando medicina ya empezaba a asistir a las cirugías. Los médicos normalmente operan apurados y estresados y más cuando son cirugías de urgencia como una peritonitis, o que se le reventó la vesícula, el páncreas, la  apéndice, bueno, ya al final que gracias a Dios la ciencia triunfa una vez más, yo decía: ¿Y si le cortamos poquito? pues ya estamos aquí ¿no? no cuesta nada. Muchas veces hasta para entubar a un paciente en el proceso anestésico -le entubas para tener una vía permeable- decía yo: "Si le quitáramos tantita grasa le elongaría el cuello y estéticamente se vería mejor y podría respirar mejor". Entonces no nada más era lo estético porque además le está dando un mejor funcionamiento a su cuerpo.  
Al final de las cirugías les decía a mis maestros: "Maestro ¿me deja cerrar a mí?"  Y yo empezaba a cerrar y hacer mis tru trus; que le quitaba más piel, que le quitaba grasa o le cerraba para que quedara bien planito sin bordes, y todo eso se me fue dando a mí, a medida que iba avanzando atendía la enfermedad o el problema quirúrgico que trajera y además si le podíamos arreglar algo mientras lo teníamos abierto, pues mucho mejor.

¿Qué sientes cuando estás operando, cuando tienes frente a ti el cuerpo inconsciente e indefenso de un paciente?

Primero que nada es una sensación de felicidad saber que el paciente confía en mí. Es un honor el que me brinda esa persona. Su confianza me honra. Solo de pensar cómo él o ella tiene que desvestirse y lo hace quizá no con facilidad pero si con confianza, me llena no sólo de satisfacción sino también de responsabilidad. Por eso, desde que el paciente pone su pie en la clínica o en el quirófano para mí no existe ya nada ni nadie. Así venga un terremoto, lo que sea, mi responsabilidad es el paciente y todos mis sentidos están puestos en él. Mi profesión es muy personal, es muy física en el sentido de que aunque usamos guantes estériles mi mano está siempre tocando su piel y yo le debo de proporcionar la mayor tranquilidad y estabilidad emocional en ese momento para que pueda sanar bien. 

¿Cómo orientas a tus clientes-pacientes cuando te van a ver por primera vez?



En estética como en otros temas, en gustos se rompen géneros, y todos tenemos una percepción de lo estético muy distinta, por eso, lo más importante para mí es poder hablar con el paciente y que él me exprese sus expectativas, porque muchas veces queremos rejuvenecer pero no es bueno que una persona de sesenta años quiera lucir de quince. Allí empieza la orientación de lo deseable y lo posible.

Esa compasión que tú sientes por el ser humano ¿de dónde te viene?

Pues ahora sí que me hiciste una pregunta muy difícil. Yo creo que eso lo traigo desde niña, siempre me ha gustado ayudar a otros niños, a los animales, a mis padres, a todos. Yo creo que ya naces con una misión en la vida, que es lo que vas a hacer. Cuando menos, gracias a Dios así salí yo.

Hablando de estética cosmética, ¿Tú atiendes hombres y mujeres? ¿Tratas más mujeres que hombres ?

Al inicio de mi carrera, en los años noventas, el ochenta por cierto de mis pacientes eran mujeres. Para el 2000 el porcentaje de hombres y mujeres que atendía pasó a ser el cincuenta cincuenta, y hasta la fecha sigue así, muy equilibrado.

¿ Al ejercer tu trabajo profesional tratas igual a hombres y mujeres o tienes cierta inclinación de género, es decir apoyas más a las mujeres ?

Los apoyo a los dos, aunque con la mujer obviamente siento más empatía. Con ellas siento más libertad para hacerles sugerencias más abiertamente: "Esto se ve bien", o "No señora, yo le sugiero que no se ponga eso porque no le favorece". Con los hombres, para evitar malas interpretaciones, me detengo un poco más, pero también les echo sus flores: "Qué bien se ve, lo felicito", "Haga ejercicio". Los apoyo a los dos pero a la mujer siempre trato de guiarla cuando menos emocionalmente, porque lamentablemente el cincuenta por ciento de las mujeres que me visitan vienen porque tienen algún problema personal que las demerita mucho en su autoestima, sienten que no valen como personas, entonces piensan que haciéndose algo estético van a mejorar y francamente cuando tú pierdes el amor a tu persona así puedes ser la misma Miss Universo o la mujer más linda o más próspera, no te va a ir bien si no te quieres. Una persona que no se quiere, tampoco es adorable para los demás. Eso es muy importante.

La doctora Olivas con uno de sus asistentes revisando el instrumental quirúrgico.

¿Tú crees que la cirugía estética podría ser accesible para todo mundo?

Claro que sí. Yo quiero entender a mis colegas médicos en cuanto a que nuestra profesión ha sido muy castigada porque exige mucho de nosotros casi hasta hacernos antisociales. Pero, mira así como un pequeño comentario, desde que el genoma humano se describió a la perfección en el 2005 esto vino a traer una revolución increíble en todo lo que es la ciencia de la medicina, en la mejora de los medicamentos, en técnicas quirúrgicas, tratamientos para muchas enfermedades y eso abrió un mundo de posibilidades poniendo al alcance de más gente tratamientos que eran carísimos. 

Explica por favor un poco más qué es el genoma humano.


El genoma humano es la información genética que describe al cien por ciento a cada ser humano en cuanto a qué es lo que va a pasar en su cuerpo funcionalmente hablando y cómo actúa hasta la última célula de su cuerpo. Eso es muy importante, el genoma humano no se conoció al cien por ciento por muchos años, inclusive cuando yo salí de la carrera varias cosas que había aprendido ya no eran así, había nueva información. El conocimiento del genoma humano nos abrió una puerta maravillosa porque la medicina es inmensa y el cuerpo humano es infinito, por eso necesitamos aprender muchas sobre él. Debido a eso hay especialidades y superespecialidades o subespecialidades. Por decir algo, hay cirujanos plásticos y reconstructivos que se dedican única y exclusivamente a cara, otros a cuello, otros a mano, otros a otra parte del organismo precisamente para dar un mejor servicio. 

El propósito de la medicina y la cirugía estética en general es mejorar el funcionamiento del organismo. Nosotros trabajamos sólo con piel, grasa y músculos, por lo tanto no se pone en riesgo la salud. Todo esto te lo explico para contestar tu pregunta de si es accesible para toda la gente. Claro que es accesible. Sí, nuestra profesión fue muy castigada pero eso no quiere decir que que voy a sobrevalorar mi trabajo. Yo creo que la estética debe estar al alcance de todos. A una ama de casa cuyo trabajo en sí es bastante arduo, no le impide mejorar algunos aspectos de su vida. Y no estoy hablando de exagerar, porque como médico, te vuelvo a repetir, estamos para orientar a nuestros pacientes sin caer en vicios porque ya te sales de la realidad, y no hay que olvidar que somos humanos no inmortales. Entonces es importante que tanto una ama de casa como una profesionista tengan acceso a estos procedimientos estéticos, entre los cuales existen cosas muy sencillas como por ejemplo, mejorar la piel con un plasma rico en plaquetas que no es más que sacar un poco de sangre e inyectártela. Qué tanto te cuesta una jeringa, un algodón. ¿Mi tiempo? sí, es cierto si valen mis conocimientos, pero eso no quiere decir que se los voy a cobrar a cada paciente. Por eso la medicina estética hoy en día, para mí, debe estar al alcance de todos, cuando menos yo trato en lo que a mi parte profesional respecta que así sea para mis pacientes. No es que yo malbarate mi trabajo, no, aunque también es cierto que muchas veces las personas piensan que cuando tú les cobras barato les vas a dar un  servicio de mala calidad y no es así.

¿Hacia dónde crees que va la estética?

Pues la estética cada día tiene más auge y espero que pronto mis compañeros colegas tengan también más conciencia y comprensión de que este beneficio debe de estar al alcance de todos, eventualmente yo pienso que así va a ser. Hace veinte años cuando yo empecé, la estética era un lujo, pero ahora no, y tampoco es una necesidad, pero hay que entender que envejecemos, que a veces hay situaciones en nuestras vidas que dañan nuestro físico y eso es lo que menos importa, lo importante te digo, es tener conciencia, comprensión, amor, paz en nuestra persona, pero es muy bonito también que si puedes corregir eso que se te dañó, pues hacerlo ¿no? Es parte también de envejecer, sí, hay que envejecer con dignidad pero eso no quiere decir que vamos a estar todos decrépitos. 

¿Cuánta gente ha pasado por tus santas manos (risas) ?

Pues mira, gracias a Dios estoy muy bendecida con eso, porque más o menos al año tengo una cirugía diaria, de lunes a domingo, desde hace 20 años.


Muchas gracias, Sylvia. ¿Hay algo que quisieras agregar que no se me haya ocurrido preguntarte?


Pues, de hecho sí me lo preguntaste, pero reitero que las personas que piensan que las cuestiones estéticas no son para todas, les digo que si puede ser, para todas hay oportunidad. Cualquier persona que quiera hacerlo no tenga miedo, no piense que es un lujo y sí lo vale, porque muchas veces uno como mujer piensa en los hijos, en el mi esposo, en la cortina, en comprar cosas para la cocina y a veces nos vamos descuidando nosotras.  


Quien nos quiere nos va a querer como estemos, gordas o flacas, pero es muy importante que como seres humanos nos cuidemos, nos queramos para que también las personas cercanas nos quieran igual. Si sienten alguna molestia en su persona pregunten para ver que opciones les podemos ofrecer para sus distintas inquietudes y verán que sí tienen posibilidades.

Oye, si alguien leyera está entrevista y quisiera contactarte ¿Cuál sería la manera de hacerlo?


Pueden llamar a mi consultorio que está en Ciudad Juárez, el teléfono es el 618-56-41, también tenemos una línea americana con Lada de El Paso,Texas, que es (915) 613-31-03. Pueden llamar de lunes a viernes de 9 de la mañana a 2 de la tarde y de 4 a 8 pm, y con eso es más que suficiente, cualquier pregunta que tengan con mucho gusto se las contestaremos.

Concertan una cita y todo se arregla ¿verdad?

Todo se arregla, gracias a Dios. En un hospital (risas) todo se arregla, en cuestiones estéticas hay remedio para todo.

Muchas gracias Sylvia.
De nada, fue un placer platicar contigo, Carmen.

Gracias