Occursus literalmente significa Encuentro. Este espacio está dedicado a mujeres comunes y al mismo tiempo extraordinarias. La entrevista es el medio del Encuentro entre ellas y los lectores.
jueves, 18 de noviembre de 2010
LIZ DURAND: UN COMPROMISO CON LA PINTURA, LA POESIA Y LOS NIÑOS
¿QUIÉN SOY?
Soy Liz Durand Goytia, nací hace más de 50 años en Orizaba, Veracruz, y me dedico al arte: doy talleres de artes plásticas para niños y adultos, pinto y escribo, y además organizo algunos eventos culturales. El último empleo que tuve en una empresa fue en el Banco Mexicano, conocido antes como Somex. Mi jefe tenía a cargo la revista interna de la institución y yo hacía reportajes y entrevistas. Cuando el banco se vendió, los nuevos dueños, como es típico en estos casos, despidieron a la vieja cuadrilla y llevaron a su propio personal. Irónicamente, la persona que me despidió me dijo “Contigo no me siento tan mal de traerte esta noticia, porque sé que eres una persona muy capaz y no tendrás problemas”. Yo tenía entonces 38 años y a partir de ese momento ya no conseguí empleo por mi edad. Comencé a trabajar por mi cuenta. Obtuve la beca Juan Grijalba que es otorgada por esa casa editorial y la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (CANIEM), la cual me permitió hacer un Diplomado en Edición y ofrecer mis servicios como correctora, hasta que me cambié de ciudad.
¿MI PROFESIÓN?
Mis actividades profesionales son la pintura y la escritura, las cuales me aportan mucha satisfacción porque hago lo que pienso, lo que siento y lo que me gusta. Desde niña me gustó mucho dibujar, cuando estaba en la primaria me encantaba copiar a lápiz los jarrones egipcios que venían en mis libros y los retratos de Benito Juárez y esas cosas, aunque en ningún momento pensé en volverme artista, siempre supe que eso no daba de comer y además era caro. Sin embargo, en 1980 casi como jugando entré con unas amigas a la clase del excelente pintor, Enrique Zapata, quien logró que explotara con pasión en mí mi vena de pintora. Desde entonces me apliqué en el estudio, de tal manera que asistí a la Academia de San Carlos y a varios estudios de otros pintores.
¿QUÉ PINTO?
Pinto mujeres, pinto el dolor que sienten, o al menos lo que intuyo de eso. Mis colores son fuertes y mis cuadros quizá resulten duros para algunas personas, pero es lo que me nace hacer, no me late hacer paisajitos o desnudos idílicos. Creo que con el tiempo me he vuelto más conceptual y prefiero explorar más las posibilidades de la plástica que meramente la pintura, así que trabajo libros viejos o cajas y las convierto en objetos arte. También trabajo con materiales de deshecho que mis alumnos llaman basura, porque estamos en tiempos en los que reciclar es indispensable.
¿MI COMPROMISO SOCIAL?
Tengo 13 años dando talleres voluntarios en comunidades de Oaxaca. Aunque he tenido algunos tragos amargos, como es la muerte de una compañera en una caravana de ayuda a Copala, los resultados con los niños son alentadores, sin que podamos cantar victoria todavía. Los talleres que imparto en mi casa son de pintura, porque es lo que me solicitan. Pero los talleres realmente importantes para mí son los voluntarios que doy en Huajuapan de León, Oaxaca. Son talleres de rescate del patrimonio cultural y tienen la mira de que los niños conozcan y valoren sus raíces y con el tiempo se vuelvan cronistas de su comunidad. Todo esto se hace a través de actividades de escritura y de pintura a manera de juegos, que es la mejor forma de aprender.
Estos talleres los inicié por invitación de los maestros Saúl y Lupita, y luego a través de una asociación civil llamada Ocho Venado, en la cual trabajo con Alicia Olivera. Ella tiene exactamente las mismas ideas que yo con respecto a los talleres para los niños. Ella es economista y es mi enlace con las comunidades de Huajuapan, es quien coordina con los maestros de las escuelas y con los niños las actividades que deben realizarse antes de tomar el taller. Yo viajo desde donde me encuentre a Huajuapan de León para impartir este taller a los niños oaxaqueños, el cual se da sólo una vez al año.
Dichos talleres implican mucho trabajo, gran cansancio y una enorme factura a mi salud, por la afección que tengo en mi columna. Pero ninguna de esas cosas ha valido más que la maravillosa satisfacción de trabajar con niños ávidos de aprender, de disfrutar aprendiendo. Ver los resultados de su trabajo, ver que se sienten motivados para investigar más cosas, para hacerlas, verlos conectarse con los ancianos de sus comunidades y hacerles entrevistas o realizar paseos con ellos para que les cuenten la historia de los lugares donde viven, es un excelente pago por el trabajo que realizamos. No tenemos gran apoyo, sólo el de algunas cuantas personas en Huajuapan, que nos dan ya el refresco para la clausura, o los bocadillos, y desde el año pasado el encargado de Culturas Populares nos facilita el material, que asciende a unos mil pesos para trabajar con 300 niños. Nosotras pagamos las llamadas telefónicas que hacemos para ponernos de acuerdo, el viaje, mi estancia, mis traslados. Todo es por cuenta nuestra, y en este momento desconozco cuál será el destino de nuestros talleres. Este año tanto Alicia como yo hemos tenido grandes dificultades de salud. A ella incluso la acaban de operar de las vértebras cervicales porque se puso grave. Desde marzo que hicimos los talleres ya le dolía mucho un brazo y lo traía vendado. Finalmente terminó en una operación en el DF.
Sin embargo, como habitante de este país y planeta, me preocupa la situación violenta que padecemos, la pobreza de tanta gente nuestra, la pésima educación que no está ayudando a los niños para que tengamos ciudadanos con más conciencia y más posibilidades de analizar lo que nos sucede y poder cambiar nuestra realidad. Por eso, a quienes hacen lo mismo que yo, o a cualesquiera que esté haciendo algo y desee detenerse porque cree que no servirá de nada, le digo que no lo haga, que no se detenga, que nunca deje de aportar su granito de arena. Tengo comprobado que nuestra contribución por pequeña que sea, cuenta. Lo he aprendido con tantos niños con los que he trabajado, en cientos de talleres que he dado en diversas ciudades del país. Tenemos que retribuir a los demás, ser generosos y agradecidos aunque creamos que no tenemos mucho o que merecemos más.
¿ALGO ACERCA DE MI?
De mi personalidad lo que más me gusta compartir con los demás es mi pasión por la amistad y la autenticidad, lo demás de mí que lo elijan mis amigos. La gente me quiere fácilmente porque es generosa y porque soy auténtica, lo que ves es lo que soy, no hay nada oculto. Y navego con la bandera de la buena voluntad.
Defino a la amistad como un tesoro que brilla y brilla conforme avanza el tiempo. Pero hay que cuidarlo, pulirlo y chiquearlo para que no se haga negrito o se llene de herrumbre. La amistad es más duradera que el amor, no te pide que cambies ni que des nada y en cambio te da siempre. El amor en cambio reclama pertenencia o exclusividad, es más agotador. No estoy en contra del amor, pero para mí lo ideal es amistad con pasión para tener una relación con alguien. Porque si te fijas, lo más importante de tener una pareja es que ante todo, sea tu amigo. Si a eso lo aderezas o complementas con la pasión, ya es un triunfo.
¿ALGÚN SUEÑO PARA EL FUTURO?
Los proyectos que tengo son los de seguir con los talleres voluntarios, y cuando ya no pueda viajar porque sea mucha la distancia, tener un autobús amarillo -de los escolares- como aula móvil para ir por las calles a llevar los talleres a los niños, una locura que ojala pueda yo realizar. Necesito adentrarme más en los vericuetos de la ciudad, en las zonas más nuevas y marginadas para detectar en dónde están las necesidades, donde los niños recibirían esas clases que les sirvieran para mejorar sus vidas y tener contacto con cosas que aún no saben que existen porque la pobreza y la mala educación no se las dan a conocer.
¿OBRA LITERARIA PUBLICADA?
Primero publiqué el libro artesanal Caja de Colores, con hojitas sueltas contenidas en una cajita que hice para cada libro. Luego con ayuda de Alex Escalante diseñamos mi libro Cincelar el tiempo, con ilustraciones de Joachim von Mentz y el prólogo de la maestra Dolores Castro. Después salió otro libro también de autor que se llamó Alrededores del Perdón que llevé a Costa Rica.
Mis poemas también han aparecido en varias antologías editadas en Berlín, Uruguay, Cuba, y por supuesto México. También en algunas antologías de encuentros internacionales como el de las Mujeres Poetas en el País de las Nubes que organiza Emilio Fuego y con quien participe como organizadora algún tiempo cuando vivía en el DF.
Recientemente salió mi libro Mujeres que Cuentan, que es el relato de13 mujeres que emigraron a Ensenada, y en el que narran sus historias de vida. Este libro que no tiene ningún antecedente similar en este Estado, se edita gracias al apoyo de CONACULTA y el Gobierno Estatal y Municipal de Ensenada. Las autoras de los relatos son mujeres cuya edad fluctúa entre los treinta y los ochenta y seis años y se desempeñan en trabajos que van desde el doméstico hasta actividades profesionales o empresariales. El libro también muestra aspectos de la Ensenada que ya no existe en la actualidad porque la alcanzó la modernidad, y mucho de lo que estas mujeres guardan en su corazón respecto a ella.
PARA CONCLUIR
Deseo contagiarles estas ganas de ser amiga y esa pasión que al igual que yo tienen tantas mujeres que conozco para hacer que la palabra, la literatura y la poesía salgan a las calles y alcancen a todos, los toquen y los llenen de gracia, de alegría, de amor o de conciencia. Quiero dar las gracias a Carmen por hacer estas entrevistas, por robarle horas al tiempo y seguir promoviendo la literatura, la poesía, con esa pasión que conduce a que se hagan las cosas, por imposibles que parezcan.
ensayos
Contáctese con Liz Durand:
http://www.lizdurand.blogspot.com/
liz.durand.goytia@gmail.com;
miércoles, 13 de octubre de 2010
EVA CECILIA SOLÍS ARROYO Y SU PROPUESTA DE MEDICINA TRADICIONAL SUSTENTABLE.
¿Qué significa ser curandera? ¿Cómo llegaste a eso? ¿Qué haces? ¿Cómo cambia tu vida con eso?
Pues vamos a decir que cuando yo llegué aquí, empezaron a llegar abuelos de diferente tradiciones. Al principio yo decía, bueno ¿por qué vienes? ¿quién te trae?. “Pues el gran espíritu”. Y ¿a qué vienes? “Te vengo a enseñar esta curación”. “Te vengo a traer este diseño”. “Vine a limpiar aquí y nunca más voy a regresar pero vine a hacer una limpieza energética”. Y yo decía, bueno Dios mío ¿dónde estoy? Porque al tercero bueno está bien, pero al quinto, al séptimo, que empezaron a llegar, yo decía ¿qué es lo que tengo que hacer en este lugar? Realmente estaba muy sorprendida. Ellos me dijeron que a mí me correspondía venir a sanar pero que no lo iba a hacer hasta que algunas gentes me lo pidieran. Y yo decía, pero ¿cómo se van a enterar que yo curo, si nadie sabe, ni yo misma? Y así fue como un buen día, más o menos después de un año, una comadrita que se estaba muriendo, ya hasta me estaba encargando a sus hijos. Yo fui a visitarla, por casualidad, entre comillas. Me dijo “ayúdeme comadre, ayúdeme porque me estoy muriendo”. Y en ese momento, surge desde dentro. Uno cuando sana en realidad es solamente un medio, el que sana es del gran espíritu de Dios o como cada quien le quiera nombrar, pero el poder es sólo un medio para que eso suceda. Ha sido una satisfacción muy, muy grande. Vamos, nada lo equipara, ni siquiera cuando representaba a México en foros internacionales. Sobre todo cuando es con la población indígena, ha sido como recuperar nuestras formas de sanar. Ellos tampoco recordaban que estas fueran sus formas, igual con la medicina alópata y con las pastillas, y lograr ahora que sepan que hay que sanar el espíritu para que el cuerpo físico se cure. Para mí es un logro que la gente pueda acercarse hoy a mí aunque sea güerita y de fuera, acercarse a sanar su espíritu y su alma más allá del cuerpo.
¿De dónde eres?
Del Distrito Federal
Pues como te dije, era funcionaria pública, banquera, asesora empresarial.
¿Y cuando tú llegaste aquí ya sabías que eras curandera?
No. Bueno, ni me imaginaba que yo iba a vivir aquí. Yo compré este lugar para venir aquí los fines de semana y tirarme al sol a descansar. O sea, mi casita de campo y según yo a descansar. Imagínate, creo que es donde más he trabajado en toda mi vida. Y bueno, irle dando forma a un sueño.
Pues estando aquí. Era como ponerme en contacto con el lugar y ver qué me pedía cada espacio, para que fuera como un lugar en donde esta sabiduría ancestral pudiera ser una conexión con el mundo occidental. Como que la gente cree que esto ya se perdió, que ya se murieron los antepasados, que ya no existen. Entonces yo quería un lugar en donde vieran que hay otras formas de sanar.
Mi papá es médico militar y él tenía un hospital y desde niña yo decía no. Mi papá me decía tómate una medicina y yo decía no, yo me curo sola y yo me curo sola, y mi papá obviamente me decía, estás loca, qué te vas a curar sola. Pero yo sabía que es horrible, que eso no podía ser la forma de sanar. De alguna manera empezaba ver desde el norte hasta el sur de América esta medicina milenaria, de este trabajar para que entres en unidad contigo mismo, con la naturaleza. Ese es el eje, ese es el principio. Entonces ¿qué había que hacer? pues encontrar un lugar que permitiera que la naturaleza sea la que cure. A mí lo único que me toca hacer es que ustedes se alineen con las energías del sol, de la tierra del agua, del aire, del fuego, del éter.
¿Y eso cómo lo aprendiste, si andabas en otro asunto? ¿Cómo lo descubriste? ¿Cómo te llega?
Es como compartir con abuelos -abuelas y abuelos en familia- esas formas que tienen ellos de sanar. A veces ellos venían, a veces yo he ido a visitarlos a sus lugares, a los más recónditos, que ni te imaginas, en las sierras, bueno, lugares muy, muy lejanos. Creo que realmente esos abuelos en la vida no andan por las calles. Hay veces que llegas a esos lugares para conocerlos, para verlos y poder obtener la bendición, los permisos para poderlo hacer. Porque no es nada más porque se me ocurrió, se me antojó y ya empiezas a curar, sino realmente es este poder abrir el corazón para ser uno con los elementos porque ellos son los que lo curan a uno.
¿Tuviste una iniciación en esto?
Pues, vamos a decir, si así lo quieres llamar que sí hay alguna iniciación.
Para los indios del norte, por ejemplo, hay una búsqueda de visión que ellos le llaman visión Quest. Son 13 días de estar en ayuno allí en la montaña, para aprender estar con uno mismo. Yo creo que ese es el sentido más importante, uno piensa que va ver allí muchas cosas, la visión, pero es la visión de uno mismo. ¿Dónde está uno? ¿Hacia dónde va? ¿Qué pasa con uno? Entonces es como irse metiendo a vernos por dentro y por fuera y poder tomar un lugar en el mundo, el que realmente a uno le corresponde, porque yo creo que tarde o temprano uno vuelve a lo esencial, a lo que es uno. Yo digo, bueno ya estudié, ya hice maestrías, ya viajé, ya hice muchas cosas que en su momento también me dieron mucha satisfacción, definitivamente, pero que hoy por hoy no cambiaría esta vida por ninguna.
Bendito sea Dios, sí viene bastante gente.
Pues de boca a oído, la verdad por recomendación, porque las gentes ya se curaron. Por el Internet también, en el Internet está la página para que puedan visitar y ver las fotos, yo les digo para que se animen a la experiencia vivencial. Pero mucha gente dice: “que bueno que yo no supe a lo que venía, porque si hubiera sabido no vengo”. Porque aquí uno viene a romper límites, desde meterse aquí al canal, hoy que no se ve nada por que el agua se ve rebotada, porque hubo un aguacero pavoroso en la mañana, bueno pues no puedes ver el fondo. Y así como ésa hay muchas otras sanaciones que te implican traspasar tus límites. Cuando tú rompes un límite la mente se desestructura y es cuando puede haber cambios. Si tú te fijas, desde las palapas, las camas de otate y todo lo que hay aquí es súper rustico, mi intención no es repetir la zona de confort que tienen la gente en la vida cotidiana sino que realmente venga a confrontarse, si no es por el aire, es por el agua, o por la tierra o por donde sea, pero algo aquí se cae. No te vas así como si nada. Algo se mueve.
Fíjate que es algo muy curioso. Me dicen que debería sacarles fotos antes y después que se van. Y es increíble porque … dices ¿un fin de semana? Pero es un fin de semana de trabajo muy intenso. Desde que amanece hasta que anochece estamos trabajando, trabajando y realmente los testimonios que las personas dan son fuertes, no solamente de cuando están aquí sino ya cuando todas las energías se asientan. Dicen, bueno logré encontrar mi centro, mi equilibrio, pero cuando yo salga ¿qué va a pasar? y para sorpresa de ellos las cosas se acomodan. Si tú te alineas con la energía de vida de la madre tierra y con la luz que está dispuesta desde lo alto, todo se ordena. Lo que pasa es que andamos como locos y estamos todos desconectados y fuera de nuestro centro. Pero una vez que tú logras restablecer esa conexión, entonces las cosas se van a ordenar. Porque tú te alineas lo demás se alinea.
Si
Lo que pasa es que cuando hablamos de misión en la vida nos imaginamos que tiene que ver con el hacer de la persona, cuando en realidad es el ser. Yo creo que todos somos espíritus que venimos a evolucionar, que encarnamos para tener esta experiencia humana, pero que el fin último pues es regresar a esa unidad con nosotros mismos, con la naturaleza y para eso está el Tlaltonatiuhyo. Ese es el espacio, eso es lo que nos mueve. Y ¿qué retomamos? Pues todas estas enseñanzas y sabidurías, formas de vida de los antiguos. Digo de los antiguos mexicanos, pero en realidad es toda América desde el norte hasta el sur. Y bueno, aquí tú viste ese letrerito que dice “en Tlaltonatiuhyo intentamos honrar a nuestros ancestros” ¿A través de qué? De no generar basura, algo tan elemental. ¿Cómo voy a vivir en armonía con lo que me rodea? Pues no generando basura, cuidando y respetando el agua. Haciendo tequio, aquí hay mucha gente viene y paga con trabajo por ejemplo.
¿Qué es tequio?
Quiere decir faena colectiva. Tú puedes venir y trabajar. Hay gente que quiere venir a aprender la construcción natural, entonces vienen y trabaja a cambio de alojamiento, de comida y de aprender, entonces es una ayuda mutua. Eso quiere decir “Tlapalehui” que es el nombre del lugar donde estamos, digamos la colonia. Eso quiere decir, ayuda mutua. Entonces el tequio y también el trueque. La gente muchas veces necesita el dinero para poder ser curada y yo necesito el dinero para comprar lo que ellos venden, entonces hacemos trueque, eso es otra manera también de hacernos llegar lo que necesitamos y que entre todos podamos ver la forma de que se cubran nuestras necesidades.
Fíjate que antes, todos en nuestras casas teníamos temascal, nacíamos en el temascal. Al tiempo que las abuelas nos presentaban a los rumbos, a los espíritus de los elementos, los abuelos miraban el cielo y sabían a qué veníamos. Y de hecho esa información la puedes obtener a través de la gente que lee el tonalamatl, yo no lo hago pero hay gente que se dedica a eso. El tonalamatl es el mal llamado calendario azteca, porque de acuerdo a tu fecha y hora de nacimiento podemos saber cómo estaban los astros y qué es a lo que venías. Entonces se te educaba de acuerdo a lo que venías, no como ahora que te dicen váyase allí a una escuela que le den cosas, no digo cosas que no sirvan, pero fundamentalmente enfocadas al hemisferio racional, no al creativo. El punto es que en cada casa tenían su temascal, no tan sólo en la comunidad, y cuando tenías problemas con la comunidad al temascal. ¿Para qué? para que la gente pudiera hablar desde el corazón, hacer a un lado la necesidad de tener la razón, imagínate que maravilla. Matrimonios, bueno, a mí no sabes lo que me encanta que la gente llegue y digan: “Queremos fumar la pipa de la paz”. Familias, o parejas, vienen a fumar la pipa de la paz. Al menos saben que hay instrumentos, formas de poder llegar a acuerdos y el temascal era así en la comunidad, lo básico. ¿Por qué? porque te vas a confrontar y vas a ver tu ego, tu soberbia, tu necesidad de tener la razón, tu importancia personal, tu lo que sea, para que entonces eso se componga y pueda llegar un acuerdo en bien de la comunidad. Y al final, bueno tú lo viviste ahora, y se sana todos los cuerpos.
¿Hay algún proceso que se deba seguir para tener un temazcal o a cualquiera que se le ocurra lo puede poner?
Bueno, creo que eso sería una falta de respeto. Anteriormente pasaban diez años como hombres fuego cuidándolo, diez años recibiendo las piedras, diez años poniendo la medicina, diez años trabajando con los chicahuates, con las astas de venado para colocar las piedras y 10 años más para que te dieran el permiso de poner el agua. ¿Tú te imaginas cuántos años implicaba ser un temazcalero, un corredor de temazcal? Ahora claro, nos la abrevian. Pero aún así, aunque puedas estar corriendo temazcal durante muchos años, que tú tengas la bendición de un abuelo para decir de veras “eres corredor de temazcal” pasa mucho tiempo. Y ahora por dinero hasta en los hoteles ¿no? y los hacen de madera y muy elegantes, pero no tiene nada que ver con el verdadero ritual del temazcal. Tienes que saber qué hacer con la gente que puede estar allí en crisis. Hay momentos fuertes en el temazcal y bueno se necesita saber qué hacer con la gente. Hay algunos a los que les gusta evadirse y se desmayan.
Bueno, los abuelos que ya son corredores de temazcal y que ven tu trabajo, como todo, para que seas corredor de temazcal se va ganando con trabajo y los ancianos saben a quién le dan los permisos y a quién no.
Es quien deposita el agua, quien pone el rezo, quien lo lleva. Aquí Rafael Antonio Martínez y yo somos los que estamos con la bendición para ser corredores de temazcal.
Si
Sí, se les va dando la instrucción, se les va dando el permiso. El permiso son cargos que vas teniendo para poderlo hacer, como Ana que pone la medicina, es poquito a poquito ir ganándose el cargo.
Si, para poder poner la medicina y los cantos, es fundamental que aprendas los cantos. Y sobre todo, más que nada -son cuatro puertas, siempre se trabaja con los cuerpo- pero más que nada yo diría que lo que más importa en que tengas esa conexión para fluir, porque es sentir las energías de la gente y qué es lo que hay que decir, qué es lo que hay que hacer, nunca hay un temazcal igual, o sea, nunca de los nunca.
Claro, porque es conectarte con lo que la gente está pidiendo, con lo que la gente está necesitando, con lo que le preocupa en ese momento, y hay un diseño global general, vamos a decir, de los elementos, de las puertas, pero en realidad es dejarse fluir para la meditación. ¿No sé tú cómo te sentiste?
Yo me sentí muy bien.
Sí, hay otro ritual que es igual de poderoso que el temazcal, es la poza de barro. Es una poza en donde uno se hace uno con la madre tierra. Desde la cabeza hasta los pies te recubres toda de lodo. Y lo que hace el lodo es sacar el exceso de fuego. Todo lo que es inflamación, todo lo que es dolor, el fuego lo extrae. He visto maravillas, de veras bendiciones, varices que ya no son operables y que se salen. He visto milagros de verdad.
¿ Y tú cómo te proyectas en este camino digamos a cinco años?
Los bio-digestores van a transformar todo lo que sale de los baños, se transforma para que ya no vaya a contaminar más agua.
Pues, no sé exactamente de la tecnología del bio-digestor, solamente sé que es una manera limpia de tratar los desechos de los baños para que no vayan a contaminar a ningún lado. La técnica precisa no sé como le hagan, estoy en este paso de la energía solar y de los biodigestores y también los calentadores solares.
¿Si tuvieras la oportunidad de promover este tipo de vida o de comunidades en un foro qué es lo que compartirías?
¿Y dentro de este proyecto dónde queda la industria?
Pues mira a mí siempre me dicen ¿qué hay en tu pueblo?. Yo siempre les digo que mi pueblo vale por lo que no tiene, no hay policías, no hay mercados, no hay semáforos, no hay bancos, no hay cines, no hay nada, o sea qué es lo que realmente necesitamos ¿cómo qué? dime ¿qué se te ocurre?
Estoy hablando de la industria de producción de artículos como carros, lavadoras, eso ¿dónde queda en este mundo o está de más?
No, yo tengo lavadora, todo lo que nos pueda ahorrar y facilitar. No estamos en contra en la tecnología ni de la industria, simplemente que si vuelves a lo esencial hay muchas cosas que no son necesarias y que colectivamente se pueden resolver. Todas esas industrias crecieron mucho por el individualismo, cada quien tiene que resolver lo suyo y entonces te tienes que agenciar de todo. Pero cuando lo haces de manera colectiva y te vuelves hacia lo esencial te das cuenta que hay muchísimas cosas que no se necesitan.
Pues yo diría que se atrevan. La gente normalmente cuando viene termina agradeciéndose la oportunidad que se da a sí misma, de probar algo diferente. Simplemente es diferente, estamos tan alejados de la naturaleza que venir a contactarla y también a nuestras raíces, nuestros orígenes. Te da la oportunidad de una experiencia diferente que transforma, que confronta, que te permite ir mas allá de los límites que nos hemos impuesto a nosotros mismos o por la cultura. Aquí muchas cosas se acomodan, hay una sensación de libertad de bienestar y procuramos apapacharnos.
Para concluir, me gustaría saber ¿cómo son los festejos de cumpleaños en este lugar?
Pues mira, los cumpleaños dan la oportunidad de hacer todo un trabajo para cerrar tu ciclo. Entonces hay un trabajo donde vas a enterrar lo que ya no quieras y el temazcal es obligadísimo. Ese es diferente al que ahora tú viste, porque es justamente para cierre y apertura de ciclos. Dependiendo también de cuántos años cumplas porque en la tradición cada 13 años son muy importantes para los 52 que abres la puerta a la maternidad universal y a la sabiduría. Si ya los pasamos pues todavía más bendiciones, porque -decía mi madrina, la abuela Margarita- que los ancianos son oro molido. Entonces nos estamos preparando para ser oro molido y tener la apertura para compartir todas nuestras experiencias de vida. Por supuesto compartimos la pipa sagrada. Es una forma de poner el rezo, se dice que lo que uno reza con una pipa se realiza, se cumple. Tenemos aquel arbolito de la entrada, ya les hemos empezado a pedir que nos pongan listoncitos de toda la gente cuando recoge su rezo, es decir cuando se cumple aquello que piden. Si vienes con tus amistades se te hace tu canto y la gente que te conoce te dice como eres, para que en momentos de dificultad en tu vida, recuerdes este canto y te puedas levantar. Esa es la ceremonia de cumpleaños que se hace, entonces si vas a estar por aquí no te lo pierdas.
Bueno, muchas gracias. Eva Cecilia te agradezco mucho esta entrevista .
Al contario, muy agradecida yo de que hayas venido a este lugar con tus micrófonos.
miércoles, 6 de octubre de 2010
LA INFLUENCIA DEL AMOR EN MARIA DEL CARMEN YOLANDA GUIJOSA CASTILLO
¿Tú sientes amor por tu prójimo?
¿Eres una persona que se ha sentido amada?
¿Y cómo te amas a ti misma?
¿Hasta qué edad viviste en Veracruz?
¿Hay algún evento en tu vida que te haya marcado para ser la mujer que eres ahora?
Actualmente ¿a qué te dedicas?
¿Te gusta lo que haces?
¿Podrías platicarnos algo sobre cómo es trabajar con niños?
Bueno, pues los niños llegan a este espacio con lo que las madres les platican. Ellas muchas veces les dicen que van a estar algún tiempo aquí porque tuvieron un problema con el papá y no pueden estar en la casa.
¿Es un internado?
Los niños llegan a ese espacio a compartir juegos y dinámicas para des-estresarse un poco, estar más relajados ellos o su mundo que en ese momento es tenso. En el área de psicología infantil les ayudamos a expresar lo que sienten y lo que piensan al no estar cerca de su papá. Abordamos también cómo viven el estar en el albergue con otras mamás y con otros niños que vivieron las mismas experiencias.
Bueno, realmente a mí me agrada mi trabajo porque los niños me permiten tener una experiencia humana, profesional, ética, recibo mucho amor y también puedo dar amor y respeto, que de eso están necesitados muchos de ellos.
¿Los niños cuando se van del albergue se van contentos o sufren? ¿cómo se van?
Y las mujeres, cuando salen del albergue, ¿cómo salen en comparación a cómo entran? ¿Qué proceso se da allí?
¿Y algunas de estas mujeres después de que salen del albergue regresan?
¿Para ti qué significa que en las ciudades haya albergues para mujeres?
¿Tú crees que en algún momento se pueda erradicar la violencia contra la mujer?
¿A qué se atribuye que anteriormente no se hablara de esta violencia intrafamiliar y que de algunos años a la fecha sea un tema presente en congresos, en mesas de negociación política y en los medios de comunicación?
¿Cómo se puede trabajar a favor de las mujeres?
Hablando de la violencia familiar o contra la mujer ¿cuáles serían los temas o las áreas en las que necesitaríamos educarnos o educar a las nuevas generaciones?
¿Es difícil ser mujer en una sociedad como la actual? ¿Por qué?
¿Crees que ya estamos sensibilizadas para ayudar a otras mujeres? Ya ves que se habla de una gran competencia entre mujeres.
Y en tu trabajo como psicóloga ¿cuál es la mayor satisfacción que has tenido?
¿Y cómo puedes combinar tus actividades relacionadas con la inmobiliaria y la psicología?
Y en el campo de los bienes raíces ¿qué fue lo que te atrajo?
Es algo como un hobby, algo que yo necesitaba para llenar mi vida, como que fue un deseo de juventud. Siempre compraba la revista de diseño de interiores, me gustaban los libros de arquitectura aunque no tenía el deseo de ser arquitecta. Me gustaba más el interior de la construcción, los que la habitaban y los que la compraban. Y me quedó el deseo de dedicarme a lo que era ayudar a comprar y vender a quienes deseaban tener una propiedad. Como que se me quedó esa idea en el inconsciente y ahora que estoy en la edad madura es un proyecto y un sueño que no quiero dejar perder y que lo estoy realizando a la fecha.
¿Qué ocurre cuando tú logras contactar a un vendedor con un comprador? ¿Qué de lo que ocurre allí es lo que te produce satisfacción o que sientes como un logro?
¿De quién?
¿Pero por qué? ¿qué tiene que ver ese sueño del comprador contigo?
En este trabajo de bienes raíces yo creo que la negociación es una parte importante.
¿Qué significa para ti la negociación? ¿Qué aspectos personales se involucran en una negociación? Me parece que la negociación es clave, casi el mayor reto del negocio, pero a nivel personal ¿qué implica?
¿Ser psicóloga y ser agente de bienes raíces es lo que tú querías ser en la vida?
Ya para terminar, ¿qué papel juega en tu vida el humor?
Juega un papel muy importante porque me saca de situaciones muy complicadas, lo mismo cuando es un problema muy fuerte a nivel pareja, o cuando estoy triste, o cuando estoy llegando al fondo de una situación en la que no encuentro salida. El humor me da vida, me rescata de esos problemas, me hace reír.
¿Y de que te ríes?
Muchas gracias Yola por esta entrevista.
Gracias a ti.
jueves, 9 de septiembre de 2010
ALEJANDRA MENDOZA ORIHUELA: CÓMO SER UNA MUJER FELIZ Y NO MORIR EN EL INTENTO
¿Tienes bastante clientela para los masajes?
Al principio no tenía muchos clientes. Como es un pueblo la gente no está acostumbrada, veía esto de los masajes como algo para ricos. Aunque ahora como ya se ven muchas cosas en la televisión, ya se dio cuenta, ya se pone a pensar que los masajes si les ayudan. Ahora tengo mucha gente que me recomienda y tengo varios clientes.
¿Por qué son importantes los masajes? ¿Para qué sirven, en qué le ayudan a la gente?
Para mí, el masaje es muy importante porque quita todo el cansancio del cuerpo. Ayuda en muchas cosas, yo siento que la gente se enferma menos, que previenen muchas enfermedades. Uno a veces no tiene nada, el mismo estrés provoca que andes de mal humor, que te duela esto o lo otro, muchas complicaciones que luego se generan y no sabes de dónde vienen. El masaje ayuda a que se relaje el cuerpo y que descanse del trabajo de todos los días. Los masajes pueden ser de diferentes tipos, por ejemplo el linfático te ayuda a sacar las toxinas del cuerpo y también el colesterol. Es como en el tiempo de antes, también había curación, sanación con yerbas y barro, con sábila, con miel, que también cicatrizan, desinflaman y sanan.
Y ¿cuántos tipos de masaje das?
Doy nueve tipos de masajes: el relajante, el de rosas, de cuarzo, el de piedras chinas, velo de novia, drenaje linfático, envoltura en yerbas medicinales, masaje maya, y el de piedras calientes.
¿De estos masajes cuál es el que te piden más?
Quizá por ser más económico, porque este es un pueblo y no tiene muchos recursos, piden el relajante, cuesta menos, les sirve más.
¿Cuál es el que más te gusta dar? el que crees que ayuda más a la gente, aunque no te lo pidan.
El de piedras calientes, porque yo lo he experimentado y es el que más me ha ayudado a mí. Yo antes era muy miedosa. Tenía pánico de meterme al agua. Cuando yo empecé a darme masajes, me recomendaban mucho éste de piedras porque destapa los canales de energía.
¿Este masaje de piedras calientes para que sea efectivo cuántas veces se necesita hacerlo?
Mire, este masaje me lo hice yo primero para ver cómo funcionaba y después poder recomendarlo, y sí, sí funciona. Yo me lo hice cinco veces, con eso fue suficiente.
¿Cuál otro masaje es tu preferido?
Casi todos, aunque prefiero primero el de piedras, luego el relajante, y después el de drenaje linfático.
¿Cómo fue que decidiste dedicarte a los masajes?
Yo estaba estudiando para cultora de belleza, luego me invitaron a un curso de masajes y me llamó mucho la atención, sentí el deseo de aprender de eso, pero creo que como dice la maestra: es un don. Yo ya había estudiado para secretaria ejecutiva, y corte y confección, pero me di cuenta que no era lo que me gustaba.
¿En qué momento sentiste que era lo que querías hacer, o que era un don?
Cuando empecé a hacer pedicure, de vez en cuando le daba masaje en los pies a mi mamá y decía “tienes una manos muy suavecitas hasta relajan”. Luego, cuando me invitaban al masaje yo decía que me gustaría aprender a darlos, me fue llamando mucho la atención y me fui metiendo más y más en eso. Todavía yo quisiera aprender más, pero no por ganar dinero sino para ayudar a las personas a que no visiten tanto a los médicos, porque eso de las medicinas yo siento que quizás ayuden pero perjudican más, es pura droga la que les meten y calmantes, y es mejor algo natural.
¿Cómo sustituye un masaje a una medicina?
Primero con la alimentación, llevando una buena alimentación principalmente, comiendo sano, porque eso de andar comiendo en la calle no es bueno, a veces la gente no se lava bien las manos y hay tantas bacterias, yo sé que eso también les perjudica. Llevando una buena alimentación natural y luego con los masajes, no le están metiendo nada y le ayudan mejor al cuerpo.
¿Cuando tú estás dando un masaje qué pasa en ti? Yo sé que cuando se está recibiendo pues uno está muy cómodamente allí recibiéndolo, relajándose, pero en tu mente, en tu cuerpo en tus manos ¿qué ocurre?
Uno siente a la persona. Si no está relajada se siente tensa, entonces el masaje se me hace como luego dicen, eterno, como que no avanza. En cambio cuando la persona está muy relajada haz de cuenta que no hice nada, se hace muy ligerito.
¿Dónde sientes el cansancio?
¿En mí? En las espalda y en las manos, como que empiezan a doler. Me empieza a doler la espalda y los dedos. A veces la persona está con miedo porque piensan que les va a doler, o llegan y no quieren dárselo porque piensan que es muy fuerte y que los voy a lastimar.
¿Y cuáles son los masajes fuertes?
Los masajes chinos.
¿Cómo son?
Se acuestan en el piso, se trabaja con los pies, también con las manos, pero más con los pies. No es sencillo, aunque la verdad no he dado muchos masajes chinos.
¿Cuándo estás dando el masaje tú en qué piensas?
No pienso, tengo que no pensar en nada, porque entonces yo le trasmito a la persona. Más si es hombre, si yo estoy pensando en sexo o algo así, por ejemplo, yo le transmito a esa persona que tenga ganas, que se vaya a excitar o algo así. Y si es una mujer, también puede sentir otra cosa, yo tengo que tener la mente en blanco, pensar que ando en el campo, en el mar o estar en blanco y estar concentrada en lo que estoy haciendo.
¿Tú que tocas tantos cuerpos, que sientes ante un cuerpo?
Fíjese que hay personas que me dicen ¿no te da asco estar agarrando esto? a veces hay gente sucia que no se baña. Fíjese que no. Me dicen también ¿no te da asco agarrar los pies si están con callos o con uñas feas? Fíjese que no, si viene sucias o si no se bañan, no me importa, a mí hasta los ascos se me quitaron, cuando alguien se entrega al trabajo como que no le importa, no, no siento nada. Que vengan sucios o que vengan limpios, pues no, es mi trabajo.
¿Sientes compasión por la gente?
Si, como que me entrego, yo quiero que valoren mi trabajo y que las personas se sientan bien, porque yo no lo hago sólo por ganar dinero, sino para que la gente esté mejor. Si no me gusta algo, pues mejor no lo hago ¿no? Es como cuando me metí de secretaria, a mí no me gustaba, además a cada trabajo que iba me acosaban los hombres. Eso a mí me desesperaba, me decía: ¿Por qué para tener un trabajo si tengo que estar sufriendo? Me puse a pensar que me gustaría mejor algo en lo que yo sola me mande si quiero trabajar.
¿Tuviste esa visión de tener tu propio negocio?
Sí, a la vez que tenía ganas de tenerlo me daba ánimos yo sola porque no teníamos apoyo. Yo deseaba algo mejor, algo más, pero pues no tuve apoyo de nadie, así que yo sola me lo fui dando poco a poco lo que podía. Al principio quería ser educadora, me gustan los niños, mi mamá me decía que como no tenia dinero en ese tiempo y la carrera era más corta que estudiara para secretaria, pero a mi no me gustaba lo de secretaria, como que no me llamaba mucho la atención.
¿Y hacia dónde estás proyectando tu futuro, qué quieres lograr?
Como dijo la maestra, ustedes hasta pueden llegar a sanar por medio de las manos de Dios, porque no son de uno. Me gustaría llegar a sanar, ya no sólo para que la persona se sienta relajada sino para curarla. Pedirle a Dios el don y sanar con mis manos.
¿Trabajas también con niños o solamente adultos?
Niños también
¿Y tú vas a casas?
Iba, pero ahora nada más voy cuando las personas que necesitan el masaje no pueden caminar, pero si pueden caminar les recomiendo que vengan aquí. Porque no es lo mismo, para mí es más cansado, primero porque la cama no se presta, y después, porque en las casas a veces hay una vibra tremenda y como que lo recibe uno y se siente muy mal. Yo antes no lo creía, pero esto ya lo viví.
¿Cómo fue?
Una tía que tengo vive siempre con problemas y está tensa toda la vida. Ese día se sentía bien mal y quería que le diera un masaje. Le dije, no tía, es que yo a casas no voy. Y tanto y tanto me insistió que sentí feo y fui porque ella no podía ni caminar. Le di el masaje, pero hacerlo me tiro 8 días. Me sentía bien débil, llegué a mi casa con vómito y un calenturón. Yo tenía que dar otro masaje más tarde, estaba dándolo y lo suspendí porque me empezó a bajar la presión. Me enseñaron a hacer una limpieza con limón o con perfume, pero ni así mejoraba. Yo le pedía a diosito que me quitara esto porque me sentía muy mal. Luego se me quitaba y me volvía otra vez, hasta el hambre se me quitó. Cuando ya pasó, le conté a la maestra, eran mis primeros masajes, y me dijo: “¿como se te ocurre ir a casas? lo que pasa es que recibiste todo. Otra vez que lo hagas pon rosas alrededor para que éstas reciban la mala vibración”.
Y esto también ya lo comprobé. Una vez vino una señora que me habían dicho que era “malilla”, puse mis rosas y empecé el masaje, de momento no se veía, pero me empecé a sentir tan cansada que parecía que había hecho lo de un mes. No tenía ya ni fuerza, estaba bien cansada. Tenía otro masaje en dos horas, pero cuando se fue la persona me sentía tan cansada que me quedé dormida, y luego cuando subí a limpiar, porque iba a tener el otro masaje, que veo mis plantas bien secas.
¿Tienes alguna anécdota en la que te haya ocurrido lo contrario a estos casos de personas pesadas que te dejan mucho cansancio y te originan otros efectos negativos?
Sí, ésta sí fue bonita. Fue mi primer masaje, y yo siempre me encomiendo a Dios, digo: “Ay diosito que le guste mi trabajo”. Ya tenía aquí en mi consultorio tres meses y no tenía gente, ya ve que la gente aquí piensa que eso es para ricos. Fui a darle a una señora que estaba en silla de ruedas. Llegué, me presenté y también ella, luego le dije: ”A ver que le parece, yo apenas estoy empezando, usted va a ser mi primera clienta”.
Cuando yo empecé mis prácticas se me hacía cansado, cansado. Pero cuando empecé a darle el masaje a esta señora sentía que no lo estaba yo dando. Me dije ¿qué está pasando? Ya llevaba dos horas dando masaje y yo sentía que no había hecho nada. Cuando en eso le digo, “Doña Petra, que bonito cuadro tiene aquí”. Tenía un cuadro de El alma de la Virgen. Me platicó que se lo había hecho un pariente de ella que estaba en la cárcel. Que lo había sacado de una foto en repujado. Cuando terminé de darle el masaje le digo: “Mire Señora Petra, un arco iris muy bonito que se formó en el cuadro..."
¿Y había luz allí?
Estaba oscuro el cuarto, pero se veía el arco iris. Ella dice: ¿Sabes qué?, yo te puse en las manos de la virgen para que ella te diera fuerza para que me pudieras dar mi masaje y que me sintiera mejor. Yo le dije: “y eso que su cama estaba hacia abajo. Yo creía que ni me iba a poder levantar, pero no sentí nada”. Yo me sentía rara, sentí que ni siquiera lo había dado yo, que no me había llevado tres horas. Hasta la señora me dijo: “Tienes manos de ángel”.
¿Y tú qué sientes en tus manos?
Pues últimamente ya siento que no doy el masaje. Antes si me cansaba, ya no.
¿Y a que atribuyes eso?
Pues como digo que yo me entrego, casi siempre me encomiendo a Dios y le pido que no lo dé yo, que lo dé él, que por medio de mis manos él dé el masaje. Y últimamente ya no siento cansancio, ni nada.
¿Eres una persona muy religiosa, poco religiosa?. ¿Cómo eres?
Y en la cuestión religiosa fue que mi mamá empezó a tener una Biblia. La leía a escondidas, mi mamá iba al baño y aprovechaba para leer un pedacito, porque no tenía tiempo de verla. Mi papá nomás se la encontraba y se la quemaba. A veces mi mamá guardaba su Biblia en el horno de la estufa, después en ratitos mientras estaba cocinando la leía.
¿Y se te empezó a ir el coraje?
Alejandra con su pato "Chaparro", su mascota favorita
¿Cómo te definirías a ti misma? ¿Qué cualidades tienes? ¿Qué defectos?
Yo soy muy cariñosa, muy amorosa, me entrego. Conozco a alguna persona y ya la siento como de mi familia, como a usted, no es por nada pero ya la siento, como con Rojini y la señora Eva. No sé si a usted le pase lo mismo, pero me han dicho que tengo algo como que le caigo bien a la gente. Mi hermana dice que parezco presidente cuando salgo a la calle y todos me saludan. También me gusta ayudar, por ejemplo lo que le hacen a alguna persona lo siento yo, como si me lo hicieran a mí. Por eso a veces también me enfermo y me deprimo, aunque ya hace tiempo que no es tanto.
Veo que eres una mujer que se pone en el lugar de los demás y sufres con la gente, sin embargo, hay muchas mujeres que están sometidas a situaciones inconvenientes ya sea porque no tienen trabajo, o no fueron a la escuela, o porque tienen hijos, ¿tú que piensas de eso?
Yo me gané el dinero desde niña, yo tenía deseos de tener algo, no robando, ni nada de eso, sé trabajar, pero trabajé desde los ocho años, hacía aseo, quería saber cómo se ganaba el dinero, deseaba cosas y no podía. Pienso que este tipo de persona que tienen problemas se debe valorar, principalmente las mujeres. Si la relación no funciona, ¿sabes qué? ¡adelante!. Si no tengo estudios, buscar trabajo, aunque sea haciendo aseo, porque si no sabe hacer nada, juntar dinerito, poner un negocio, nadie se muere de hambre. Si no buscas, nada va a caer del cielo.
Para concluir esta entrevista ¿qué te gustaría decirle a las mujeres que hayan pasado situaciones similares a las que tu has vivido?
Que busquen primero el apoyo de Dios, porque es el único que nos puede ayudar. No perder la fe, aunque hay gente que no cree y no se encomiendan a Dios. Que en esta vida todo se puede. Que se valoren, que la mujer y el hombre valen lo mismo, que no por ser mujer nos pisoteen o nos quieran hacer menos.
e-mail: Ale-Meor@hotmail.com