Verónica Flores López
¿Ha pensado
usted alguna vez en la importancia de realizar un trabajo con amor? Podríamos
hablar de cualquier trabajo, sin embargo queremos referirnos particularmente a
una actividad nutriente por excelencia: la preparación de alimentos.
En este punto
queremos resaltar el caso de Verónica Flores López, quien llega al Centro
Cultural La Esperanza a ocupar un puesto relacionado con el apoyo doméstico en un momento de escasez
laboral en la región. Recomendada por un vecino del lugar, se presenta
dispuesta a realizar su mejor esfuerzo en las labores inicialmente encomendadas,
pero al dejar ver su personalidad responsable, pronto se convierte en candidata
ideal para realizar un trabajo distinto que requiere mayor organización y
cuidado, y que además implica ganarse la confianza de quien la contrata. Su
actitud dispuesta y sus conocimientos son la base para que pronto sea ascendida
a la posición de cocinera en el Centro, puesto que desde un inicio realiza
denotando experiencia, iniciativa, higiene, puntualidad y una atención
cuidadosa a las especificaciones solicitadas.
A esta
eficiencia se le suma la buena disposición de Verónica para complacer, sugerir y
en ocasiones incluso adivinar los posibles gustos de los paladares a veces
exigentes de los comensales, pues el Centro ha recibido intelectuales, artistas, políticos, familiares y amigos, y desde la llegada de
Verónica, todos han disfrutado de los platillos típicos de la región que ella
prepara. En cada ocasión ha sido objeto de expresiones de satisfacción y halago
por su sazón.
Calabacitas rellenas
Pollo en adobo
Tortillas hechas a mano
Pollo en salsa de tomate
Pescado frito con yerbas de olor
La actitud y versatilidad
mostrada por Verónica durante estos 15 meses, ha incluido sugerencias de nuevos
platillos, así como la elaboración de un catalogo que incluye los ingredientes requeridos.
También participa en la planeación y administración de los recursos necesarios
para los mismos, y ha tenido la apertura de incorporar cambios para dar gusto a
los comensales, distinguiéndose por investigar y aventurándose a elaborar
platillos desconocidos para ella.
Pastel im(posible)
Tamales micatlenses y atole de tamarindo
Considerando lo delicado de un trabajo como el que desempeña, cuyo producto está ligado tanto a la salud como al placer de los consumidores y aún a la imagen del Centro Cultural La Esperanza, hemos implementado la iniciativa de avalar y certificar su trabajo gastronómico otorgándole simbólicamente la categoría de Chef en comida mexicana, con especialidad en platillos miacatlenses.
Si bien éste
no es un nombramiento oficial de una instancia educativa, es un reconocimiento
afectuoso de valoración a un trabajo personal realizado más allá de las
expectativas comunes y con un alto grado de efectividad.
A manera de
evaluación se le ha encomendado la elaboración de platillos específicos, ponderando
en cada uno de ellos la calidad y el grado de dificultad de su preparación, así
como su presentación y sazón. Por los resultados de su desempeño y después de sopesar
todas estas consideraciones, decidimos, como depositarias de su hacer gastronómico,
otorgarle públicamente este reconocimiento a su trabajo.
Verónica Flores López
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